Imprescindible si te alojas en Póo de Cabrales. Aparte del bar/restaurante tiene una pequeña tienda en la que podrás encontrar casi de todo. El servicio es rápido y esmerado. No esperes una gran carta, tiene lo justo y necesario, muy recomendables las patatas al Cabrales y el chorizo a la sidra. Tiene carta de helados para los niños y espacio para que jueguen cerca de las mesas de la terraza.
Sitio tranquilo y buena comida. Estábamos alojados en el pueblo y fue una sorpresa para cenar. Tapas ricas, tamaño acorde al tapeo, no raciones, precio bueno y el servicio, aunque llegó un momento que se ocuparon muchas mesas y el camarero andaba un poco liado, apareció una chica que debía venir de casa (pero perfectamente uniformada) y en cinco minutos resolvió todo el servicio. Perfecto, una ventaja maravillosa para los que llegamos de pasar el día de excursión y no nos apetece volver a coger el coche para ir a cenar.
Hemos estado de visita por los picos de Europa y este bar ha sido nuestro sitio favorito para cenar de tapas cada noche. Tema calidad de la comida si que es cierto que hay q escoger bien, para mi gusto recomiendo las tapas de quesos y embutidos, la sarten asturiana y croquetas. Y como plato que no debes de coger el pastel de cabracho sin duda. A nivel de camareros hay una chica que no trabaja nada solo se queja del local y pone problemas para todo y desps esta Gustavo que hasta le hemos preguntado el nombre para poder nombrarlo de lo trabajador que es... Atento, rápido y servicial.
Bar, tienda, punto de encuentro de los vecinos, etc.
Lugar de la visita: Casa Aida
Fecha de la visita: 12/08/2017
Este establecimiento es el único que encontraremos en Poo de Cabrales de su clase.
Es un bar, pero al mismo tiempo es una tienda de comestibles, ya que tienen un poco de todo, desde productos de limpieza, lácteos, latas de todo tipo, fiambres, quesos, etc.
Ellos elaboran un chorizo de jabalí que está extraordinario. Si pasan por ahí no pueden irse sin probarlo.
Cuando entras al local, observas que lo primero que te encuentras a la derecha de la entrada es la tienda, con una vitrina repleta de productos y a la izquierda de la entrada y al frente, te encuentras las mesas del comedor, situándose la barra del bar al final del establecimiento.
Además tienen una pequeña terraza exterior cubierta.
Ofrecen platos combinados, tapas y bocadillos a precios muy razonables, si tenemos en cuenta que tanto las tapas como los bocadillos son bastante generosos.
Normalmente atiende la propietaria, la Señora Aida y su marido, de una manera muy rápida y eficaz.
Estuvimos comiendo una tabla de embutidos enorme (12 euros), un picadillo con patatas (8 euros), un par de cervezas y unas natillas caseras.
Todo estaba muy bueno.
Por cierto, cuando pides la cuenta te la hace en un papel a mano, como se hacía antiguamente hace muchos años.
Posteriormente el día 16 volvimos para merendar y nos tomamos un bocadillo de jamón, que compartimos entre los dos porque era muy grande, y un par de cervezas.
A junio de 2022 han cambiado de propietario y siguen en la buena línea.
Muy atentos y eficaces.
Comida muy rica y buen precio, el servicio es bueno, el camarero muy amable, el ambiente es el típico de un pueblo de gente amigable y simpática, las vistas y el pueblo es como si estuvieras viendo a la mismísima Heidi en la montaña.
Tapas abundantes, la comida está buena. El camarero, que pobre está el solo para dar servicio a todo el mundo, fue muy servicial; muy trabajador, y el tiempo de espera de la comida dado la faena que tenía fue más que aceptable.
Sitio estupendo para comer de tapas. Después de una ruta por el río Casaño aparecimos en Casa Aída (Google), todo muy rico y gente amable. Comimos cecina con queso y media ración de quesos, falta la ensalada que no sale en la foto. Sidra, postres etc. Muy recomendable si vais por la zona.
Natalia Calvo “Natius”
+5
Un sitio acogedor. Tiene una pequeña tienda para el pueblo como los antiguos ultramarinos, no falta de nada. Las raciones son abundantes y el camarero es muy atento. No dejéis de probar su salsa de cabrales, deliciosa y de cabrales cabrales, nada de esas que te dan por ahí que llevan quilos de nata. Puro queso fundido. Delicioso.
Un rincón muy agradable es un bar tienda, la atención estupenda y unas raciones muy buenas merece la pena hacer una parada y disfrutarlo
Sitio tranquilo con buenas raciones y un personal muy amable.
Moisés Jaurrieta Vargas
+5
Lugar en el que nos tenemos que parar para comer o picar algo si se pasa por este parque poo.
Sabroso y barato
Un bar cercano, de pueblo, un trato amable.
Estuvimos comiendo muy agusto, fuera del bullicio de arenas y alrededores.
Nos encantó, gracias.
Un sitio estupendo para comer, un excelente servicio, un camarero muy atento, una comida autóctona magnífica y una pueblo muy bonito!
Mary Carmen García Naranjo
+5
El muchacho del bar, muy atento y simpático. La terraza llena y ambiente muy majo.
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