Opiniones Restaurante Eirado Da Lena

Fantástico... no destacó nada porque todo estaba exquisito. El pincho de tempura de ternera en cono crujiente de chocolate fue sorprendente y delicioso, las anchoas sobre una especie de pan y crema de queso increíble (San Filippo)... la paletilla de lechazo, sin calificativos, deseando repetirlo. No íbamos a pedir postre, pero no pude resistirme a uno de castañas con chocolate, una perdición ... el trato muy correcto del personal... el chef Iñaki Bretal nos trajo como obsequio degustación unos bombones de chocolates distintos... 🔝🔝🔝

Menú degustación fantástico. Comida y servicio muy cuidados en un local con encanto en el centro de Pontevedra

Estupendo

Cena agradable.La experiencia en general a valorar, la degustación de los 9 platos del menú. El maridaje muy recomendable.Gran servicio por parte de Carmen, cercana y agradable, con una explicación del plato y del vino muy amena. Recomendable como experiencia.

O Eirado da Leña se encuentra en pleno casco antiguo de la ciudad de Pontevedra, en la Plaza de la Leña. Local chiquitín, con alrededor de 6 mesas, decorado de forma minimalista. La carta ofrece tres opciones, dos menús degustación, corto y largo, y la propia carta en sí, en donde puedes conformar tu propuesta en base a lo que te apetece. Nosotros nos decantamos por el menú corto, con 6 platos salados y 2 dulces, y petit fours al final. Los dos primeros pases, la crema de coliflor con erizo y la ostra en tempura, desmerecen el resto del menú. La crema está bien, pero la combinación de coliflor y erizo no nos convenció. La ostra tampoco nos dijo nada, pese a ser una materia prima fantástica. Lo que vino después elevó el nivel del menú hasta su Estrella Michelín. Sorprendentes los tallarines de choco, que con su cebolla a la plancha y emulsión de cebolla redondean el plato. Sabrosas las omnipresentes Fabas de Lourenzá con volandeiras, con un caldo potente y que liga muy bien ambos productos. Las palabras mayores vinieron con pescado y carne. Materia prima excepcional en el Rodaballo y el Mero (plato que introdujeron para mi pareja en lugar de la carne), y espectacular la falsa lasaña de vaca vieja, con una pasta etérea y una carne desmigada de la que me hubiese comido una tonelada. Los postres no hacen sino elevar todavía más el nivel. Recién estrenado el Cacahuete y chocolate, con diversas texturas y un sabor exquisito, y terminamos con la clásica Torrija de café con su helado de café, a la que acompañaba una tierra de galleta salada que estaba riquísima. Petit fours muy logrados, con unas clásicas garrapiñadas de pistacho y avellana, una trufa de chocolate y una gominola de calabaza. Precio de la comida, con dos copas de vino, agua y café, 153€, en torno a los 72€ por cabeza. El menú no es redondo, por eso dos pases que no nos emocionaron, pero el nivel culinario es excelente, con materias primas de primerísimo nivel, una cocina que explota esa calidad y un servicio que, aunque empezó seco, terminó muy agradable, sin apenas esperas entre platos y con explicaciones pormenorizadas de lo que íbamos comiendo. Muy recomendable si os queréis pegar un buen homenaje en Pontevedra.

Pedimos menú degustación de 9 pasos. Quedamos más que satisfechos. Excelente todo, sabores muy buenos y productos de primera, selección ideal y orden correctos. La atención genial. Recomendado!!!

Servicio, producto, cocina y ambiente de diez. Platos bien cuidados y riquísimos. Lugar para volver siempre.

Increíble la propuesta. Personal encantador. La comida espectacular!

Comimos menú degustación con maridaje, la comida espectacular. Local muy céntrico, decoración sobria y personal amable. Producto local, todos con mucho sabor. El maridaje, en mi opinión, lo único un poco flojo, pero para gustos en el mundo del vino no hay nada escrito

Excelente experiencia gastronómica. El menú degustación Curricán exquisito destacando especialmente, en mi opinión, el Bonito pouco picante y la Torrija de café. Atención y ambiente geniales. Espero poder repetir en algún momento.

Pequeño restaurante en el corazón del casco histórico de Pontevedra. Cuenta con un pequeño y confortable salón y una gran terraza. En el interior ofrecen dos menús, el corto “Curricán” de 9 pasos y el largo “Palangre” de 13. Nosotros elegimos el corto y nos maravilló, es un menú a base de producto local de primerísima calidad donde Iñaki Bretal, el chef, mima cada plato y presentación. La carta de vinos está muy bien, nosotros descubrimos Os Bidueiros, un vino de la Rivera Sacra a base de mencia, garnacha y alguna variedad más, estupendo para este menú. El servicio impecable, te hacen sentir a gusto en todo momento. Sin duda volveremos.

Comida típica gallega, muy buen servicio, ambiente agradable. Yo comí raya a la gallega, y bien, pero también pedimos pulpo (y estaba un poco duro) y el rape a la gallega que se pidió una de las del grupo era todo cabeza. En general bien.

Fui a comer con mis padres un día de semana y nos encantó. Tomamos el menú degustación más barato, tienen dos tipos. Nos pareció un precio muy competente para la buena calidad de la comida. Estaba todo exquisito, buenísima materia prima y comida muy sabrosa, el bocadillo de erizo fué de nuestros favoritos y la torrija con café de postre es de otro planeta. Como punto a mejorar o a disimular diré que se notó alguna pequeña discusión entre el servicio, y no queda bien. Pero fueron muy amables y atentos con nosotros, a la hora de servir la comida y explicarnos los platos. Muchas gracias, lo recomendaremos sin duda!