Estéticamente el sitio me parece muy bonito, bastante elegante pese a ser en si mismo un sitio informal. Con muy buenas vistas de la playa y el castillo.
El servicio fue muy atento y amable, por poner un ejemplo, les comunicamos que teníamos frío y nos cerraron parte de la terraza con la cristalera para que cenaremos a gusto,con respecto a la comida fueron honestos y atentos con el tema del gluten.
Pedimos un poke bowl de salmón que estaba espectacular, el salmón se deshacía en la boca y el alga wakame le daba mucho sabor, buenísimo si te gusta la comida asiática. Con respecto a un sushi que pedimos con berenjena ahumada, no tenía el toque ahumado pero aún así estaba delicioso.
Se respetó el tiempo de comida entre plato y plato, sin prisas ni agobios, en resumen, una buena experiencia tanto en cuanto al producto como al personal y atención al cliente.
Simplemente perfecto, unas vistas espectaculares y hasta ahora, todo lo que hemos probado de la carta exquisito. Recomiendo probar cualquiera de sus arroces y ya que estamos que añadan a la carta el coulan de almendras que era total!
Las vistas son impresionantes. Fuimos solamente a tomar algo y la verdad que muy buenos los cócteles. El ambiente muy agradable. Lo recomiendo.
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