Se come muy bien, sobre todo la comida tradicional. Tienen guisos con verduras del tiempo, buenas carnes y pescados guisados. En mi opinión tienen pocos entrantes. Hay pocas tapas y otros entrantes me parecen algo caros (10-14 euros). La tapa de ensaladilla que pedimos estaba exquisita, pero era algo escasa. Pedimos unas patatas a las bravas, buenas pero también escasitas. Pedimos berza, que no estaba en carta. Estaba bien, pero otra vez corta de cantidad para 6 euros que cobran. Sin embargo, los platos son muy generosos. Pedimos solomillo y Aneto y lo traen en unos platos enormes que casi no caben en la mesa. Carnes de buena calidad con una buena y abundante salsa castellana. Lo que ellos denominan platos oscilan entre los 10- 40 euros, estos últimos algunas carnes y algunos platos de atún. Después hay otros platos que no son tapas y deben ser más generosas sobre 6 euros, tapas sobre 3,5 euros y otros entrantes como guisos del tiempo, quesos o jamón que se van a los 10-20 euros. Tienen buenos postres caseros, como los buenos restaurantes. Pedimos la tarta de la abuela y estaba exquisita. El servicio bien, pero llegó un momento que estaba el restaurante lleno y ya no daban abasto. Tuve que levantarme a la barra para pagar porque no pasaba ninguna camarera. Por tanto, el servicio, mejorable. Recomiendo este restaurante porque se come muy bien. Aún así, a sabiendas que algunos platos son muy caros. Mejor reservar o ir un día que no sea domingo, porque se llena. Y entonces, el servicio no funciona bien. También pasamos un poco de frío en el interior del restaurante, algo mejorable con algo de calefacción.