Lo probamos de forma espontánea un domingo al mediodía ya que nos apetecía un lugar tipo vermutería y ya lo habíamos visto varias veces siempre lleno... La comida estuvo muy buena, pero había poca variedad ya que el camarero nos contó que se había agotado mucho género el sábado anterior. El restaurante es pequeño, aunque su punto fuerte sin duda es la terraza para picar algunas tapas y un buen vermú o una caña fresca. Opino que les falta personal, había un solo camarero para todo el local y terraza, además tienen otro restaurante justo enfrente que es también de su propiedad, y el camarero debía ir y venir de ese local para coger la bebida. Los platos que probamos fueron cecina, montaditos de presa ibérica, choco frito y cazón en adobo, todo muy tierno y en su punto. El precio es correcto, lo normal para la zona y este tipo de locales. Si no fuera por la falta de género y el poco personal se llevaría las 5 estrellas. Es un restaurante recomendable para tapear y disfrutar de su terracita en las épocas de buen tiempo.
Sitio acogedor para tomar un vermú y picar algo.
Y estupendo para cenar de picoteo, todo rico y buen servicio.
Buena relación calidad precio.
Las croquetas de pulpo, la tortilla de bacalao...los pastelitos de arroz súper!!
Los platos de cuchara mejor al mediodía, por la noche no pudimos probarlos, tendremos que volver!!
Después de la cena nos invitaron a unas copitas de Mistela y de Pacharán.
X cierto La Mistela ..buenisimmma
Una opción perfecta para antes de comer o para despejarse al final de la tarde.
Un trato amable, simpático y con buen humor... siempre es un plus. Y aquí lo tienen!
El vermout... refrescante, y los pinchos variados y gustosos.
Con ganas de volver... pronto!
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