Opiniones Mooma

Sensacional. La ubicación es idílica, el staff súper amable. Puedes probar varios tipos de sidra y también hacen catas. Todos los platos estaban súper ricos, calidad-precio muy buena. El canelón nos sorprendió mucho.

El lugar es precioso, manzanos y vegetación por todas partes. Pese a ser un restaurante muy grande y en el que había mucha gente, los espacios exteriores están muy bien delimitados y cuidados. La decoración es bonita y el trato muy agradable. La comida muy buena, un menú muy completo en el que el uso de las manzanas está muy presente de una manera muy coherente. No dejes de probar cualquiera de sus sidras naturales porque son la bomba. Como extra, en la finca hay información didáctica sobre el cambio climático, fauna de la zona etc

Primera vez y la verdad es que salimos muy contentas,ambiente agradable, los camareros muy atentos y serviciales. La única pega,las croquetas,no nos acabaron de gustar mucho y los quesos estaban fríos aún de la nevera...pero todo lo demás genial!!! Sin ninguna duda,volveremos a repetir! Llegar una horita antes y podéis hacer un vermut en el jardín.

Sitio ideal de la costa brava para tomar una buena sidra en la parte exterior que tienen. Hemos venido a comer otras veces y hay una gran variedad de comida y de precios, con unos menús perfectos para grupos. Destacar que se puede venir con perro en la zona exterior (para tomar algo, desconocemos si es posible para comer/cenar) El personal muy agradable, como siempre.

El concepto es una sidrería "a la catalana". Un ejemplo de cómo ampliar y diversificar el negocio familiar: de cultivar solamente manzanas de diversas variedades a producir y comercializar zumos y sidras con las manzanas "defectuosas", organizar catas, y de ahí a complementarlo con un restaurante con una relación calidad/cantidad/precio muy ajustada. La zona es muy agradable y acogedora, dividida en varias áreas o comedores (terraza, pérgola e interior) y ubicada entre las plantaciones de manzanos. La comida es exquisita, y destaca por la calidad del producto y por estar cocinado de forma tradicional pero con presentaciones actualizadas. Servicio muy rápido, amable y atento. Comimos los huevos estrellados con butifarra (muy poco hecha, un plato delicioso), el pastel de tortillas (delgaditas, jugosas) y de segundo bacalao con manzana (plato destacado, muy resultón) y cordero a baja temperatura con alioli (impresionante, l carne muy melosa, y la ración es gigantesca). De postre chucho de crema y manzana, y todo regado con un litro de la sidra clásica de la casa. 41 euros por persona, un precio más que razonable dada la calidad del servicio y de los platos y la ubicación y el entorno. Un acierto seguro para celebrar una ocasión especial. Volveremos sin duda. Por último, destacar que organizan visitas guiadas y catas para complementar la experiencia. De lujo.