Llegamos por la tarde haciendo el caminó de Santiago y nos recibió el dueño con muchísima amabilidad aún que tenía el bar que atender a la vez. Las habitaciones están arriba pero no se oye nada de ruido salvo por algún vecino que no sabía cerrar las puertas !!Pero sino la habitación con baño privado fue muy correcta mejor dicho perfecta ,espaciosa y nos daba la habitación donde teníamos unas vistas preciosas de la naturaleza.Lo único que puedo poner de pega que nos dio mucha rabia es que para cenar cenamos en el centro, porque está ubicado a las afueras del pueblo pero que viene muy bien para cuando empiezas la etapa siguiente del Camino.
Eso sí no te vayas sin desayunar espléndido el desayuno con un pan que quita el sentido
Habitación confortable y limpia. Bonita vista!
Baño súper limpio
Trato cercano y acogedor en el comedor
Gracias Óscar por acogernos tan bien después del largo camino!
Nosotros nos alojamos y comimos. Lo primero de todo, decir que el personal es súper amable. El menú del día estuvo muy bien: callos con garbanzos muy buenos, salpicón de marisco correcto, ternera asada con patatas muy rica, rabas de calamar bien. Ninguna pega reseñable, bien servidos y bien atendidos. Las habitaciones cumplen para lo que es. Limpias, con baño individual, colchón bien, con una mesa, wifi, tv. A mí me han parecido funcionales y cómodas, es una buena pensión. Es verdad que por la noche hay mosquitos, pero eso es lo más lógico en verano, no hay muchos más mosquitos que en cualquier casa. En cambio, sí que está al lado de la carretera nacional y con un gran parking, con lo que hay ruido de coches. A mí me ha gustado y he estado cómodo.
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