Un lugar muy bonito en su decoración. Con una estufa de leña que caldeaba una noche fría en el exterior.
Los camareros estuvieron atentos y eficientes en el servicio.
La comida bien elaborada. Con buen sabor y con combinaciones arriesgadas pero que funcionaban.
Nos sorprendieron las manitas de cerdo con carabineros. Y el cervatillo.
La experiencia fue magnífica en todos los sentidos. En primer lugar, el restaurante se encuentra en una localización en la que se puede aparcar muy cerca de la misma puerta. En nuestro caso fue de agradecer por el calor que hacía.
Una vez allí la atención fue muy buena en todo momento. Enseguida nos llevaron la bebida (muy fresca) y un aperitivo de queso cremoso con un toque picante. Muy bueno, con una textura similar a una mantequilla muy untuosa.
Para comer pedimos 4 platos para compartir. Primero un brioche de carpaccio de buey y foie con mahonesa de lima y lascas de queso. Muy tierno el carpaccio y el brioche ligeramente crujiente. Y el sabor del conjunto espectacular: muy buena combinación la mantequilla del brioche con el sabor de la carne y la mahonesa.
Luego una cecina de ciervo con almendras fritas y un poco de aceite. También muy buen sabor y la combinación con las almendras. Quizás este fue el plato más normal de todos.
El tercer plato fue un lingote de foie con cremas de ciruelas al ron, avellanas y torrefactos (café). Un plato muy original tanto por la presentación como por el sabor. El lingote era dorado por fuera y el foie venía relleno con la crema de ciruelas al ron. La combinación con las diferentes cremas le daba más juego al plato y todas combinaban muy bien con el lingote.
Y por último unas albóndigas de corzo con una crema de boniato y apio muy suave. La carne de las albóndigas nos pareció un poco más seca al partirla pero la combinación con las cremas era buenísima. Además las albóndigas venían con una salsa que endulzaba el conjunto. Como la ración era para compartir nos la trajeron emplatadas en dos mitades. Otro gran detalle de la buena atención.
Para finalizar el camarero nos ofreció con antelación si queríamos un tatín de manzana, ya que llevaba un poco de tiempo de preparación. Nos encantó terminar con este plato: un buen hojaldre pero sobre todo una crema con la manzana horneada espectacular y bien acompañada con un helado de nata cremoso.
En definitiva una experiencia redonda en todos los detalles, tanto la atención como la cocina.
Miguel Angel Muñoz Ortega
+4
Lugar pretencioso para donde se encuentra ubicado.
El servicio muy atento y la comida excelente.
Quizás falta algo más de calidez en el salón interior, aún así bastante agradable.
Lo recomendaría totalmente
Sitio agradable y personal muy atento
Destacar, respecto a la comida, las zamburiñas y el ravioli de rabo
El arroz, aunque estaba rico, lo esperaba aún mejor
Sitio para repetir
Me ha encantado. La calidad de la comida, bien emplatado, vajilla bonita y variada, y el servicio amable y bastante profesional.
Sitio fácil aparcamiento, temperatura local muy confortable, buen acceso para sillas de ruedas, baños en planta y adaptados.
El local buena iluminación, decoración sencilla, justo para no despistarse, centrarse en los platos y estar cómodos.
La carta es amplia y variada.
Mejor reservar en fechas fiestas y fines de semana.
El precio que indico es de cuatro personas que hemos pedido 3 entrantes, 4 platos principales, tres postres y botella vino de Martín Codax.
Comida exquisita,con detalles cuidados..
Un sitio diferente, donde degustar comida diferente en la zona.
Repetiremos seguro..( ya lo hemos hecho!)
De 10 la ensalada de burrata, el pez limón y ceviche...pero si algo nos encantó fueron las zamburiñas y la tarta de manzana.
LA PERLA DE OROPESA
La siguiente reseña es de una cena de 3 comensales. Nada más llegar el trato ha sido muy cercano, ambiente tranquilo y la decoración y disposición de mesas es espectacular.
La carta de bebidas es muy variada y en particular la cerveza. Si eres un amante de la la cerveza es un sitio muy recomendable.
De inicio nos han preguntado qué queríamos de beber y nos han servido un pan espectacular ( artesano y del día) con un poco de aceite para mojar.
Por cortesía de la casa nos han deleitado con dos tostas, para cada uno, de pastel de cabracho con salsa americana. Es un bocado muy conseguido, ya que el pastel tiene una consistencia y sabor que junto con la salsa brinda una explosión que te abre el estómago.
El primer plato de la noche ha sido una ostra al natural para cada uno. Se nota la frescura y calidad del producto, la presentación muy buena y el servicio ya sido por parte del chef que nos ha hecho una muy buena recomendación de cómo acompañar el plato, pero al final se ha decidido optar por el producto sin ningún complemento.
El segundo plato ha sido un carpachio de pescado que se llama “Laminado de pez mantequilla “, en mi opinión el mejor plato de la noche. Iba acompañado de wasabi y caviar , con pisporras y cebolla roja. La sensación era una combinación equilibrada y delicada de pescado en la boca que se deshacía al momento.
Para continuar nos han servido unas croquetas de bacalao y puerro con una pequeña nube de salsa encima, que estaban muy conseguidas. El puerto estaba muy presente pero en un perfecto equilibrio con el bacalao, con una textura cremosa que explosiona en la boca.
Para los amantes de steak tartare, es un plato muy recomendado, de un tamaño Justo para que no sea pesado. Destaca la calidad del producto, presentación y salsas que acompañan el plato junto con unas tostadas que le dan un punto crujiente.
Para culminar finalizamos la velada con un Lomo de Morucha (Raza de vaca) trinchado.
Un plato muy peculiar debido a su singularidad pero que se trinchaba como si fuese mantequilla.
Y por último, no nos podíamos olvidar de los postres. Compartimos 2 postres: lo primero fue un sorbete de frutos rojos y vozka que tiene un sabor peculiar, un toque de vodka pero que para nada sabía a alcohol. Muy conseguido el sabor puesto que al sorber el sabor de los frutos rojos te inunda el paladar pero el regusto del vozka es lo último que queda en el paladar.
Y el segundo fue para los amantes del chocolate y la mezcla frio-caliente, nos recomendaron un praline con helado y avellanas que es uno de los mejores que he probado.
He venido desde Badajoz por recomendación y la verdad que el viaje merece la pena. Es un paraje donde la pasión y el amor por el trabajo y la cocina se impregna en cada plato y que todos los integrantes del equipo trasmiten a la hora de servir. Un sitio donde hay que repetir.
Hacía un tiempo, gente del pueblo de Oropesa, me había hablado bien de este restaurante.
Eso me llevó a tener curiosidad por ir y surgió la ocasión con otra pareja de mi familia de asistir por las mismas recomendaciones que les había hecho a ellos.
El lugar es bonito, bien decorado.
Se respira tranquilidad en el ambiente. Un servicio bastante educado, simpático y atento.
La carta de la que disponen tiene un buen número de productos en sus distintas variedades para entrantes, platos principales de carne o pescado, postres y sus bebidas (vinos, cervezas, refrescos...).
Los platos están muy bien decorados, muy sabrosos y deliciosos, con muy buena preparación.
Si ponemos en una balanza esto, el tamaño y el precio... se me hace ligeramente caro el sitio.
En general te quedas con la sensación de que todo está muy bueno, cualquier selección de la carta podría ser acertada, pero que al terminar de comer y pagar la cuenta no se queda uno tan satisfecho.
Nos percatamos de una ligera falta de organización entre el personal a la hora de sacar los platos de la cocina, viendo los nuestros salir al patio en varias ocasiones, darse una vuelta por el restaurante, volver a la cocina, y la misma persona acabar trayéndolo a nuestra mesa. Simple anécdota nada más.
Con el tiempo, y si surge, le daremos una nueva oportunidad para ver qué tal evoluciona.
No conocía el restaurante y me gustó muchísimo un sitio muy acogedor muy íntimo y muy agradable. Fuimos de cena de empresa y los platos todos muy ricos, entrantes sobretodo el fua con oro, y el solomillo muy rico. Seguro volveré, el servicio de camareros muy atentos y profesionales
Fuimos 4 expresamente con grandes expectativas y me ha defraudado en parte. El local bien iluminado con poca decoración o a medias, tuvieron la amabilidad de apagar un perfumador que era insoportable cada vez que aplicaba. el servicio profesional pero distante. Los platos elaborados con buena presentación, un lingote de foie y croquetas de bacalao que estaban muy buenas, arroz cuadrado a banda bueno pero algo desangelado de añadidos por 40€ y lomo de morucha muy bueno pero algo hecho de más. De postre tarta de queso generosa y buena. El precio final está ajustado para volver a repetir y probar otros platos
El local es pequeño y algo sobrio, y desde fuera parece esconder el espectáculo gastronómico que guarda en su interior.
Platos delicados elaborados con imaginación, que descubren sabores y texturas fuera de lo común.
Buena bodega y el menú degustación una auténtica delicia, y a un precio muy contenido teniendo en cuenta la calidad y trabajo de las elaboraciones.
100% recomendable.
Fuimos de pasada y escogimos este restaurante por su puntuación algo que realmente valió la pena platos de alta cocina con un local fino y bonito a un precio justo buena atención por parte de la metre y sus camareros , un lugar muy a tener en cuenta cerca de la Nacional 5 para una parada de buen comer. Volveremos
Me ha encantado el sitio. Un buen trato, la comida relación calidad/precio le doy un 10. En mi caso pedí dos platos de carta y uno que estaba fuera de carta, sinceramente los tres estaban para repetir, en especial el de fuera de carta que era carne de gamo que realmente estaba exquisita. Los postres es lo que a mi menos me gustaron pero los dos que pedí tenían un toque diferente a cualquier lugar que haya ido y eso es de valorar muy positivo. En mi caso pedí tarta de queso que aunque no me dijeron el queso que echaron (a mi parecer echaron queso manchego y me pareció muy único), repito que a mi parecer.
Cenamos el menú degustación de 9 pases hace tres semanas (julio 2022). 110€ para dos personas. Exquisito. Todo ello acompañado por un buen tinto y un blanco Ribera de Duero deliciosos. Sin duda un restaurante al que acudir cada cierto tiempo para degustar sus nuevas elaboraciones.
La comida es espectacular y el restaurante es precioso. La verdad es que nos ha sorprendido gratamente, tanto la ubicación como la calidad de la comida. Volveremos y desde luego lo recomendamos.
Local muy agradable, unos camareros muy simpáticos y atentos.
De lo que probamos, destacar las mollejas, aunque todo estuvo muy bueno.
Recomendable totalmente
Recomendable para conocer.De acuerdo a gustos elección de repetir.
Me llamo la atención:
1- Veloute de pollo con canelones de perdiz.
Me parece que no casa muy bien.Mejor sería Veloute de perdiz no se montarían sabores tan dispares.
2-Cabracho a la bilbaína,entiendo debería ser una plancha con ajo laminado y guindilla.
Nunca con salsa.Da la sensación de pescado cocido.
3- Lingote de foie,presentacion buena pero con ausencia de sabor a foie .
Buena mezcla de pasas con foie pero si predomina el sabor del último sino no hace honor a su nombre.
4-Ostra perla negra 2,calidad buena pero tamaño 3 no 2.
Solicite pimienta y me pusieron pimienta roja.Generalmente se sirve con pimienta negra picante.
5-Decoración y ambiente bueno y acogedor
6-Llama la atención que en carta ofrezcan lomo ibérico y no tengan un buen jamón.Sobre todo en una zona donde no sería difícil encontrar un buen Dehesa de Extremadura.
En resumen,todos los platos comibles pero con cierto anacronismo con lo descrito en carta.
El servicio,amable pero poco profesionales.
Madre mía, creo que nunca había comido tan bien! Es el dinero mejor gastado! Yo no soy de probar sabores nuevos, pero esta vez me he arriesgado y ha salido genial! Según nos trajeron la bebida también nos pusieron aceite para mojar el pan, riquísimo. Pedimos una ensalada 🥗 para compartir, menuda mezcla de sabores, espectacular. Luego me pedí canelones de perdiz, me recordaba así como a atún, tenía almendras, que le daba un toque único. De cantidad justa. Yo no pedí postre, pero mi marido pidió sopa de chocolate blanco, de la cual probé un poco, estaba buenísimo con helado de violeta. El camarero atento en todo momento, me encantó porque nos explicó todos los platos que habíamos pedido contándonos todo lo que llevaba. El sitio está genial, con música de fondo tranquila. Limpio, olía muy bien. Vamos que nos ha encantado. Si volvemos a Oropesa es un sitio que hay repetir
An error has occurred! Please try again in a few minutes