Lugar muy bonito sobretodo por las vistas con muy buena atención. La comida exquisita y el precio no está mal. No es barato, pero el lugar lo merece. Hay que subir andando, pero abajo hay buena zona para aparcar. Ideal para ir con niños ya que tienen buen sitio para jugar.
Aunque el acceso a pie de unos 10 minutos en un camino con rampas o escaleras pronunciadas puede hacer desistir ir a este restaurante, merece la pena por el local, los platos bien presentados y buenísimos y un servicio muy atento.
Si encima aciertas con ir en un dia soleado podras disfrutar tambien de unas espectaculares vistas y tomar una copa en la terraza aprovechando el dia.
El precio medio-alto.
Hemos estado tomando algo después de la subida a pie hasta arriba. El sitio es muy bonito, con unas vistas de Olot espectaculares. Ver el atardecer desde allí es un lujo. El servicio muy atento. La chica que nos atendió muy agradable y simpática. Nos queda pendiente cenar allí porque salían unos olores de la cocina que abrían el apetito a cualquiera.
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