Un bar/restaurante agradable donde comer o cenar. El trato que recibimos fue muy bueno, nos sentimos muy cómodos y bien atendidos. Pedimos una ración de croquetas de quedo cabrales, dos bocatas y por último dos trozos de bizcocho casero (añado fotos). La ración de croquetas de queso cabrales nos dijo el camarero que venían 8 pero vinieron 10. Riquísimas, de las mejores que hemos probado nunca. Son caseras caseras, no como las que sirven de tapa. Si os gustan las croquetas no os las podéis perder. Los bocatas eran uno de pollo lechuga y mayonesa y otro de tortilla de patatas. Riquísimos también, ningún tipo de pega para ninguno de los dos. El tamaño es considerablemente grande, fuimos con mucha hambre y nos quedamos llenos. En cuanto al bizcocho también estaba espectacular; esponjoso, con mucho sabor y sobretodo lo bueno es que nos sirvieron un trozo a cada uno bastante grande, eso se agradece mucho. Un 10/10 en esos 3 platos, riquísimos! Seguro repetimos. —————————————————————————— Añado más platos porque se lo merecen. Esta vez la hamburguesa completa (riquísima) con patatas fritas cortadas a mano también muy buenas. Croquetas de jamón ibérico caseras muy muy ricas también, merece mucho la pena pedirlas junto con las cabrales. De postre pedimos un flan de huevo casero (el mejor que hemos probado hasta la fecha, con muchísimo sabor a huevo) y arroz con leche también casero muy rico, pero el flan se lleva la Palma.

A veces no te tienes que ir muy lejos para encontrar cosas buenas. Buena comida, trato excelente y buenos precios. Y al ladito de casa. He ido con un amigo y seguro que volveremos.