La comida estaba muy buena, aunque el precio nos pareció algo elevado para la cantidad que venía (a pesar de ser comida casera). Pedimos las albóndigas, los gnochi y los canneloni (riquísimos!!). El camarero que nos atendió estaba un poco perdido, daba la impresión de que era su primer día o casi (así nos lo confirmó después otra camarera que parecía la manager o algo así). Pedí un vaso de agua y me dijo que solo botella, cuando es obligatorio por ley ofrecer agua del grifo gratis. Se lo comenté a la chica y me la dio sin problema y además pidiendo mil disculpas. Después, la comida tardó bastante en llegar (además de los 15 minutos de espera para ser atendidos cuando el local no estaba muy lleno) y por turnos, lo cual hizo que comiéramos separados. La chica volvió a venir a pedir disculpas (sin ni siquiera habernos quejado) para decirnos que el camarero lo había puesto para compartir y por eso trajeron los tres platos por separado, para que no se enfriase. Sin duda es de agradecer que al menos pidan disculpas cuando hay errores, somo humanos y todo puede pasar. Eso ha hecho que le de 4 estrellas en lugar de 3. Al ir a pagar, nos dieron un chupito de limoncello y en la cuenta, no sé si queriendo o sin querer, no nos cobraron la caña y un plato fue algo más barato. Quiero pensar que fue queriendo como un gesto de disculpa. La verdad es que le daría otra oportunidad si estuviera más tiempo en Málaga.