Sitio muy acogedor y agradable, bonita decoración y buena localización. Cenamos un sábado noche y llegamos cuando estaba vacío, nos atendieron genial. La dueña es extranjera y habla poco español pero tenía un camarero español muy agradable que nos atendió fenomenal. La comida y mezcla de sabores alucinante, un sitio para descubrir. Es un sitio de tapeteo. El restaurante es caro y la calidad es buena. Sirven tapas de bocado y entrantes. La única pega que el cocinero se vio saturado en cuanto se lleno el local, no se si estaba sólo, pero para comer los platos de las fotografías estuvimos 2:30h. No nos importó mucho ya que pedimos una botella de vino para dos y nos la bebimos tranquilamente. Por lo demás genial. Seguramente volvamos.
Todo muy rico, las tapas merece la pena pedir varias para probarlas porque están muy conseguidas. La dueña tiende a hablar en inglés, lo cual es un poco raro, pero en general todo bien , sitio recomendable.
Es un restaurante pequeñito, igual por eso, la distancia entre mesa y mesa es minúscula.. Ambiente tranquilo con música de fondo acorde al lugar.
Disponen de una carta muy difirente a lo habitual, con tapas elaboradas y con mucho sabor.
Probamos la vieira, dumpling de gamba, tataki de atún, cangrejo de concha blanda, rollito.. y todo riquísimo!
Buen trato de la Señora que regenta el local (aunque he de decir que le cuesta un poco hablar en Español) .
Destacar como punto negativo, el elebado precio del vino y copeteo.. No dudo de su calidad, pero me parece abusivo.
Comida elaborada con mezcla de sabores. La atención del personal es muy buena. El local, pequeño, pero bonito, con jazz de fondo. Pedimos varios platos y todo nos pareció exquisito. Repetiremos.
Tapas fusión muy bien elaboradas que sorprenden. Los dueños no hablan español, pero dan un buen servicio. Merece la pena ir en pareja para una ocasión especial.
Nos encantó a mí y a mi pareja. Tiene por dentro un ambiente perfecto para cenar, y el servicio es simpático y atento pero sin ser pesado. Pedimos tapas, todas buenísimas, aunque como mejores de las que probamos fue el cangrejo en tempura y las navajas. De plato principal el solomillo de ternera, en la que el cocinero te añadía trufa en la misma mesa sin escatimar ni un gramo. Para terminar, la panna cota con helado de coco fue la mejor que he probado en mi vida, y he comido ya muchas. 5 tapas, un plato principal y un postre, junto con 2 copas de vino y agua por 53 € me parece una calidad-precio muy buena. Mi felicitación al equipo, porque se nota que han trabajado mucho para llegar hasta ahí.
Sitio super bien con una comida espectacular que hace tu paladar identifique sabores que antes no habías probado. Servicio muy bueno y amable
Todo muy exquisito y rico , los dueños súper amables y divertidos !
Comida rica donde se nota que cuidan mucho los detalles y una atención excelente
Es una fusión de tapas asiáticas, muy buen concepto ,y todo muy rico. Its was everything delicious!!
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