Esperaba unas albóndigas que me dejaran extasiado, que me recordaran a mi madre cuando hacía una olla de albóndigas con salsa de almendras y no paraba de mojar pan. Para nada. En general exceso de uso de vino blanco. Precios muy altos para la cantidad. Sobrevalorado. El sitio precioso y el personal muy amable y atento.
AmigosparaSiempre Online
+5
Fuimos tras ver la reseña de Dani Rovira y la verdad que nos encantó.
Un poco alejado del centro pero el Salmón y el Rape en tempura buenísimos.
Cocina tradicional con toques creativos en platos muy bien presentados. La degustación en este establecimiento gastronómico comenzó con una ensaladilla rusa, muy suave al paladar, que ya avanzaba el buen hacer de la cocina. Siguió un surtido de croquetas de jamón ibérico y de gambas al pil-pil exquisitas por su textura y sabores; un revuelto de huevos trufados con pimientos de Padrón, con su característico sabor suavemente picante, muy nutritivo; unas albóndigas con salsa de almendras, absolutamente impresionantes, con guarnición de patatas fritas muy bien escurridas; y un solomillo, sobre base de patatas cortadas en bastón o alargadas, cubierta de una salsa de mostaza y miel de caña que se conjuntan a la perfección. Todo ello intercalado de varias bebidas, y luego varios postres: flan de queso con helado de café (cremoso y conjuntado), brownie de chocolate (tierno, como debe ser) y strudel de manzana (sin pasarse con el azúcar y delicioso). Y para terminar café y copas. Desde luego que hay que felicitar a los cocineros/as por sus buenas manos en la realización y presentación de los platos, y también a las camareras por su amabilidad y atención. He disfrutado mucho en este restaurante.
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