![5]( "Recensione")
Un lugar curioso y diferente, sin duda.
Sabía que era un sitio con muchísima afluencia, pero no tenía ni idea de lo que me iba a encontrar.
Para empezar, llegamos sobre las 20h (un sábado) y ya había una fila con unas 30 personas esperando para entrar (abren a las 20.30).
Hay orden para poder entrar al local (se agradece), aunque entrarás a empujones y buscando un hueco donde puedas. Y de pie, por supuesto. Es complicado hacerte con un banquillo.
Íbamos con una niña de 10 años y, la verdad, que de haberlo sabido, no la habríamos llevado. Porque no hay espacio y tienes que estar apretado. Los adultos aguantamos bien, pero no es para niños.
Los camareros van poniendo orden para pedir, primero las bebidas y luego la comida y te van sirviendo como pueden.
La comida está buena y bien servida, aunque toma su tiempo. Tardamos en comer más de 1 hora y pedimos 3 platos. Los precios de bebidas y comidas están muy bien. Hay pescado, marisco, tortilla y montaditos.
Lo que más me llamó la atención fue el ambiente. Hay gente muy joven y la música está muy alta. Parecía una “discoteca” con servicio de comida. La gente cantando, bailando, música tradicional española, animando y saludando a los camareros. Sin duda, algo muy peculiar y que creo que le da el punto diferente al lugar.
Maravilla
Digno de visitar por dentro.
La comida de gran calidad.
Comí unos calmares con patata en salsa riquísimos!!
El bar en el que más apretado vas a estar pero donde más te vas a divertir.
Buen rollo, buen ambiente y música para marcarte un buen cante sin olvidarnos de la buena comida.
Si tienes ganas de fiesta no dudes en venir
Rafael Matías López Pérez
+4
Es un sitio con personalidad propia. El ambiente es muy bueno, los camareros unos máquinas, profesionales como la copa de un pino, la carta no es muy amplia, pero la comida es buena (en calidad y sabor) y los precios son bastante razonables. A pesar de eso puede resultar agobiante: música repetitiva y muy alta y demasiada gente, no sé cómo se controla lo del aforo. Es un local con encanto y que hay que visitar, pero no es un sitio para ir todos los días.
Un bar atipico. Siempre que pasabamos con el auto veiamos que habia fila para entrar. Años de decir, vamos a ver y nada. Esta semana se dio la ocasion y no defraudó. Es un local muy pequeño, sin mesas. Barras a ambos lados y cuando esta a rebosar, imposible moverse. Pero un ambiente genial. La musica a tope con cantos rocieros y de.los años 70,80 o 90. De entrada te dan tapas de aceitunas y cacahuetes. Y luego la comida super bien. En nuestro caso, gambones y rosada a la plancha. Es cierto que tarda un poco pero es normal con tanta gente. Buen vino y cerveza. Los camareros muy atentos y simpaticos. La gente baila, canta y se pasa un rato muy agradable. Sin duda para repetir y claro, muy recomendable.
Si busca un sitio diferente y original no dudes pasar por este lugar. Aunque es un bar vintage y con estilo de otras época, en cuanto entras detectas que las cosas allí son diferentes. Ponen música española de los años 70 y 80 a un volumen alto. Hay buen ambiente, la gente canta, baila y habla con todo el mundo. La relación calidad precio está muy bien. Tanto en la bebida como en las raciones.
Inusual bar, ruidoso, buen ambiente y camaraderia en local muy pequeño, tipo canuto, largo y estrecho. Adornado con exóticos cuadros de cantantes famosos, casi todos de antaño.
A esos cuadros hay adosadas a modo de " exvotos" , numerosas fotos, tipo carnet de personas que habrán pasado por alli, resulta muy curioso.....
Siempre atestado de gente, "apretujados, enlatados " como sardinas en su estrecho pasillo. Muchos canturrean, gritan y bailan al son de música de los años 60,70,80, 90 y/o canciones que previamente han solicitado a los camareros.
Buenos precios en bebida y comida. A resaltar la tortilla de papas y gambas al pil pil.
Espectacular sitio para pasar un rato divertido y con muy buen rollo y gran comida. Atención espectacular de su staff, y gran anfitrión Pablo.
Tienes que ir una hora antes y hacer cola para coger sitio, y una vez dentro ya no te vas a ningún otro lado porque la fiesta está asegurada...
Eso si, ve con la mente y el cuerpo preparado, para estar muy concurrido, y deja los malos rollos fuera...
Un lugar fantástico donde echar un buen rato, la comida estupenda, el personal igual, y el ambiente inmejorable, animoso, bien rollo, ninguna pega, la estrella que le falta es porque casi siempre que vas está taaan lleno que no se puede entrar. Pero es lo que hay. Enhorabuena por crear un lugar así en Málaga.
Este sitio es pura magia. Da igual lo que leas de él, hasta que vives la experiencia no te puedes hacer una idea. Acostumbro a ir y cada vez que vamos se nos suele unir alguien nuevo y el proceso siempre es el mismo. La primera hora tienen cara de "a donde me has traído, no me puedo ni mover", en cuanto pasa esa hora empiezas a ver como se dibuja una sonrisa en su cara y de repente el sitio ya no le parece tan pequeño y a partir de ahí... simplemente vives una de las mejores noches de tu vida y no puedes evitar repetir una y otra vez, curiosamente con una nueva experiencia cada vez que vas. Sin duda, mi lugar favorito de Málaga.
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