Hoy hemos estado unos amigos comiendo aquí y una experiencia genial. Un trato muy amable, platos novedosos y con mucho sabor, el sitio súper agradable y pintoresco. Para repetir sin duda.
Para mí, sin duda, uno de los mejores de Murcia por sus tapas (ricas y originales) y por el trato y ambiente tan familiar y entrañable! No decepciona! ��
Impresionantes las sardinas, buenisimo el ceviche y el anticucho. También sorprenden las manitas, muy buenas! Los postres son de 10, en especial la cremme brulee.
Además está muy muy bien de precio.
Super recomendable!!
Una experiencia maravillosa. La sala es tan hogareña que no parece que estés en un restaurante, sino en la cocina de la casa del pueblo de tus abuelos. Desde el principio, el servicio es de 10: atentos, simpáticos, amables. Y luego la comida: el ceviche, la pluma ibérica y unas empanadillas cochinita pibil deliciosas.
Hacen falta muchos sitios así en Murcia.
¡Volveremos muy pronto!
La comida está absolutamente rica y el servicio es excelente. Muy recomendable!
Un sitio único en Murcia.
Tienen unos platos y sabores muy elaborados y una cocina con productos de varios países.
Además, un trato muy personalizado al ser tan pequeño y un ambiente para disfrutar la comida.
A destacar el tataki de atún con wasabi.
¡Enhorabuena!
Local acogedor de pocas mesas. Ofrece Menú cerrado por temporada y no acepta pagar con tarjeta.
Carta generalmente con toque picante.
Lo mejor la cerveza, pescado y cordero.
Buena atención por parte del personal.
Un lugar pintoresco y muy agradable. La cocina está en el mismo salón, puedes ver los cocineros trabajando y es curioso. La comida muy buena, un menú cerrado variado con platos muy originales, el precio incluye el postre pero no la bebida. Salimos a 44€ por persona, tal vez un poco elevado, pero merece la pena ir al menos una vez.
Todo un descubrimiento! La crema de apionabo con las manitas crujientes una pasada... El pan tierno de bonito, el rodaballo... Todo el menú fabuloso. Y el sabor y la textura del postre de la tarta dos quesos con helado de orejones se ha pasado el juego totalmente. Muy muy recomendable.
Si buscas un restaurante de menú cerrado con alimentos frescos este es el sitio. Por poner una pega, sería el intervalo entre algunos platos se hizo un poco pesado, por lo demás, la comida espectacular.
Después de muchos años intentando ir.... La expectativa era muy alta. Cuando por fin hemos podido ir, se han cubierto todas las expectativas y con creces. Menú cerrado por 33€ sin bebida. Sólo tienes que sentarte y dejar que te vayan sorprendiendo plato tras plato. He llegado a probar cosas que nunca antes las había probado y hubo otras que si pero cambiando textura e ingredientes que lo hacían único. Bastante recomendable. Solo pago en efectivo.
Exquisitos platos con elaboraciones y acompañamientos de diversas partes del mundo. Experiencia de tipo alta cocina en local tipo tasca de la esquina. Con mucho cariño digo!!
Niki Gutiérrez Salazar
+5
Restaurante con menú degustación cerrado, que cambia de carta según temporada.
Son pequeños platos enfocados en el sabor y la presentación, muy originales y riquísimos, con mucha variedad, pero predominando la frescura en cada plato.
El local es pequeño y recomiendo reservar sí o sí. Es acogedor, con cocina abierta y un ambiente muy agradable. La atención por parte de los cocineros fue excelente, te explican los platos y están muy pendientes.
Tengo muchas ganas de volver y probar el menú de otoño.
Hemos estado tres veces y siempre genial. Restaurante con encanto, como si estuvieras en el salón de una casa antigua (sólo 5 mesas) En pleno Barrio del Carmen. Menú único y cerrado. Todo delicioso. Sólo una pequeña pega, no tienen tarjetero, pero te avisan cuando reservas para que lleves metálico.
El Tabulé y el postre lo que menos me gustó lo que más la ensaladilla(primer plato), el resto genial.
Desde el primer instante en el que cruzas la puerta sabes que estás en un sitio especial. Pequeño, selecto, tranquilo y acogedor es un lugar donde solo pueden darse cita a la vez no más de 12-15 comensales, motivo por el que sin reservar previamente más vale que ni lo intentes. Desde hace ya algún tiempo vienen trabajando sin carta, es decir, se diseña un menú cerrado (algo que parece estar poniéndose de moda por la rentabilidad que les supone a los locales), te sientas en la mesa y si no eres delicado prepárate para disfrutar. La cantidad general de comida no es que sea muy extensa por lo que si eres de comer más vale que no vayas después de un ayuno muy largo, pero la calidad de sus platos sin duda compensa esa carencia. Parada obligatoria para quienes son gastronómicamente exquisitos y les gusta descubrir los rincones más encantadores de la ciudad. En cuando cambien el menú. Repito!
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