Felipe Jesus Lara Ortega
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Para estar tan cerca de la playa, los precios son muy asequibles. Al lado de la playa, no se oye el romper de las olas pero las vistas al mar y el olor a salitre se percibe perfectamente. El servicio atento, sobre su rapidez puedo decir que recién abrían cocina y fue rápido ya que estábamos solo un par de mesas pero cuando vino más gente también se vio su rapidez. Única pega es que no puedes pagar con tarjeta, solo efectivo o Bizum.
Buen chiringuito, precios ajustados para lo cerca de la playa que esta, algunos productos de bastante calidad y frescos. La fritura de pescado, bastante abundante, variada y con muy buena fritura y producto fresco para los 25 euros que cuesta. El pulpo a la brasa no está mal, pero se nota que es marroquí, delgado y algo escaso para el plato. Unos 20/30 euros por persona. Sirven tapa con la consumición, que se agradece.
Hemos comido muy bien, Manolo ha sido un buen anfitrión y la ubicación es maravillosa.
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