Estuvimos cenando, y probamos varias ensaladas y tostas que estaban muy buenas.
Probamos los postres (tarta de queso, flan de naranja, y yogourt) que también estaban muy buenos.
Tienen una propuesta gastronómica moderna y muy bien elaborada, diferente a lo existente en la zona.
Con respecto al trato de las personas que lo regentan, decir que es inmejorable... son muy atentas y agradables.
El local es un antiguo bar, transformado en un local original, con ambiente hipie, donde también venden creaciones, ropa, pendientes y cuadros.
Han sabido darle a todos los rincones un ambiente muy original, manteniendo y respetando la esencia del bar familiar que en su día fue.
Volveremos sin dudarlo!!!
Muy muy rico todo y con estos calores la cerveza bien fría.
Un trato especial y súper bonito local.
Repetiré sin dudarlo.
Muchas gracias a Rosa y compañía.
Siempre que podemos venimos a hacernos tostas están riquísimas, vienen con una bebida incluida. Tambien tienen cuenco de agua para los perretes.
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