María del Mar García Palma
+5
Después de una mañana de caminata por Los Cahorros, la comida en Vida nos ha encantado.
Una carta muy divertida, de platos elaborados y sabores refrescantes.
Hemos probado las patatas en dos cocciones, la dorada y las costillas. Todo riquísimo con toques innovadores muy refrescantes.
En servicio fue muy rápido y atento. Y para terminar, un postre que no habíamos probado nunca, bonaffe de estilo propio. Un postre de plátano con helado y dulce de leche, muy suave y fresco, que ha sido el final perfecto para retomar el camino de vuelta a casa.
Un viaje por el paladar de la mano de la atención más profesional.
En medio de una subida un cartel capta la atención, “VIDA”, y es exactamente lo que encuentras una vez entras, una auténtica simbiosis de aromas, sonidos y visiones que se mezclan para dar como resultado una experiencia entrañable.
Los platos están muy cuidados, elaborados con la intención de redescubrir aquello que conoces, llevándote desde Madrid hasta remotas islas de Tailandia. Isidro como camarero es perfecto, atento, siempre con una sonrisa y con ganas de contarte qué estás comiendo y cada matiz.
Te diría qué contiene cada plato pero ve y descubre por ti mismo. (Eso sí, no te pierdas el tartar!!!)
Gracias por una cena increíble.
Super agradable. Estuve con mi pareja hace poco y fue muy bien. Jazz de fondo en un nivel muy equilibrado. El único plato que no pediría de nuevo, y es por su precio, pese a estar excelente, es el pulpo. Merece la pena probarlo y ya para los bolsillos más espléndidos pues debería ser un plato fijo. Atención fantástica. También es cierto que no había muchos comensales ese día. El postre nos sorprendió para bien. ¡Volveremos de nuevo!
Un gran descubrimiento, restaurante ubicado en Monachil con terraza, la comida de 10 y la atención de 12. Fuimos recomendados por unos amigos y volveremos a 5 minutos de Granada y con parking para poder dejar el coche.
Alejandro Arcos Teruel “Aexesp”
+4
El ambiente del restaurante va acorde con la experiencia que uno espera. Música tranquila, un salón acogedor y unas vistas que no hacer más que mejorar la visita.
Pedimos de entrantes una ensalada de la casa ( no recuerdo el nombre ) que me pareció deliciosa, y unos huevos rotos con gulas, gambas y mermelada, los cuales estaban muy ricos pero se quedaron a la sombra de la ensalada.
Por otro lado para comer pedimos lagarto, tacos y pulpo. Los tacos tenían buena pinta pero no puedo decir cómo estaban ya que no los probé. El lagarto estaba más bueno conforme lo comía, acompañado de jamón con salmorejo y patatas que bajo mi punto de vista hubieran estado mejor si fueran fritas al estilo tradicional.
El pulpo estaba tremendo. De deshacía en la boca, tenía buen sabor y casaba perfectamente con el puré que le acompañaba.
Para terminar nos pedimos una tarta de queso casera que estaba muy suave. Esto al final es cuestión de gustos, pero no se puede llegar que estaba hecha con cariño.
Una carta muy apetecible, de esas que conforme la vas leyendo te apetece cada uno de los platos, con fusiones atrevidas y con mejor resultado. Si a ello le sumas la gran atención, el cariño que nos mostró Isidro junto con una decoración exquisita, la cena se convirtió en una gran experiencia.
Tienen una preciosa y tranquila terraza. Ya conocía su cocina, pues es la misma del restaurante "La vida es chula" de Otura, y es muy buena. La carta es bastante amplia. El servicio es estupendo; muy atentos con el protocolo de prevención del COVID. Tienen parking para clientes. Algo que se agradece, pues apenas hay aparcamiento cerca. MUY RECOMENDABLE.
Encontramos por casualidad el sitio para cenar y nos llevamos una grata sorpresa. El camarero muy amable nos aconsejó para las cantidades y acertó de pleno. Las platos bastante generosos y buenísimos. La terraza es preciosa, no le falta detalle. Un sitio para repetir sin duda, volveremos 😍
Es la segunda vez que vengo y no puede encantarme más. Para empezar el lugar, tanto dentro como en terraza precioso, limpio, ordenado, tranquilo, con un toque chic y elegante. Tienen variedad en carta y todo está espectacular. Nosotras hemos pedido el calabacín relleno de queso fresco, los tacos al pastor, el lagarto ibérico y de postre está tarta casera de plátano. Todo perfecto y en su justa medida. Siempre sacando los platos a tiempo, sin agobiarte y sin hacerte esperar. La atención del personal, magnífica. La primera vez nos atendió una camarera morena majisima. Esta vez una camarera rubia super atenta y amable, y encima piropeando mi pelo!!! Sin duda repetiremos una y otra vez cada vez que podamos. Enhorabuena a este restaurante porque es un 10/10!
Es sitio es muy bonito. La tapa buenísima. La comida espectacular. Comimos ensalada, pulpo y lagarto. La atención por parte de las dos camareras fantástica. Nos invitaron a unos chupitos al traer la cuenta. Todo muy bien.
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