Solo hemos parado a tomar un vermuth, de los de aquí, muy bueno, aunque tirando un poquito a dulce, pero estaba fresquito y rico, y mi marido ¡¡por fin!! se ha tomado una voll-damm, y unas croquetas, estaban buenísimas, con una masa fina como la que me gustaría conseguir a mí en mi casa, lo recomie
Una sorpresa que desde la carretera ni te imaginas. Todo casero, delicioso. Menú del día, carta, raciones... Ellos muy simpáticos y amables. Tiene parking. Para volver sin duda.
A veces no hay que fiarse de las reseñas porque no teníamos muchas expectativas con la comida y al final salimos bien alimentadas.
El menú diario son 15€ por persona, pedimos judías con gulas de primero y de segundo, chuletas de cerdo y revuelto de huevos con jamón. El primer plato estaba caliente y
Un buen lugar para comer. Buenas tardes, comida casera y con un buen precio. Tienen, menú, raciones, hamburguesas, cachopo...
Cocinado por la madre, el alma del negocio y atendido por ella y su familia, vale la pena comer de tapas y raciones, con un vino de rueda y pan del pueblo, rematado por un Coulant de chocolate de los que quitan el hipo. Toda la cocina es casera, muy bien elaborada y con productos del mercado local.
Un lugar agradable, con muy buen servicio, en 1.ª línea de playa y un menú estupendo, el precio acorde con lo servido.
Todo riquísimo, las chicas muy majas y agradables. Y la tarta de la abuela de escándalo. Volveré sin lugar a dudas.
En nuestros 4 días en Santander repetimos tres veces porque nos encantó. El trato impecable y la comida muy rica. La tarta de la abuela es un 10!
Hamburguesa XXL muy sabrosa. Pan recién hecho e ingredientes frescos. Todo un acierto
Nos hemos sentado a desayunar porque no encontrabamos sitio y nos ha encantado. La barrita con tomate y jamón es espectacular. El café también muy rico. Las camareras son encantadoras.
Muy buena comida, una super hamburguesa con un pan buenísimo, patatas con tres salsas y la atención inigualable😋😋
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