Lugar fijo donde almorzar cada vez que vamos a Matalascañas o nos alojamos en el flamero. Chiringuito a pie de plata, carta variada aunque siempre tiene bastante gente. Tienes que coger número para que te den mesa, no suelen tardar mucho pero depende del día. Puedes pedir la comida para llevar. El plato de cualquier pescado frito es bastante abundante.
Apenas eran las 9 de la mañana de un sábado y día el primer sitio que encontré abierto, la atención por parte del personal fue excelente, me pedí un café con leche y unas tostadas de tomate con aceite, aunque el tomate era de bote, se les puede perdonar por las excelentes vistas que tiene el lugar, la atención recibida y el ambiente que hay, música tranquila a un volumen muy adecuado y de fondo el sonido del mar.
Teresa Andreu Gonzalez
+5
El trato excelente, la camarera muy simpática Laura, la comida es de muy buena calidad,las gambas de Huelva y muy fresquita, el precio es a razón del producto, las vistas al mar para relajarse, un sitio espectacular, lo recomiendo muchísimo
Un chiringuito a primera linea de mar ,también tiene una terraza en el paseo marítimo,recomendable
Buena comida y servicio rápido, hay que coger turno pues no aceptan reservas. Gazpacho y gambas excelentes.
Comimos allí de rebote y la verdad que nos llevamos una muy grata sorpresa. Mi mujer pidió salmorejo y dice que es el mejor que ha probado jamás. Pedimos huevos rotos con jamón y exquisitos. También pedimos tortillas de camarones y estaban geniales. Por último, especial mención al adobo, espectacular. Lo recomiendo 100%
Comimos bien, raciones generosas. Lo único lo filetes de pollo a la plancha un pelin insípidos. Personal muy agradable y simpático. Relación calidad precio buena
El personal muy atento y amable. La comida estupenda. Los postres caseros esquisitos
Antonio Jesús Arjona Castilla
+5
Buen servicio; atento y amable. Comida sabrosa, de calidad. Precios ligeramente elevados, aunque considero que la época estival tuvo que ver con esto.
Agradable chiringuito a pie de playa. El personal es rápido y atento y en nuestro caso no tardaron mucho en servirnos, teniendo en cuenta que era agosto y estaba todo lleno. Hay que apuntarse en barra en la lista de espera para mesa.
Las coquinas están espectaculares.
Daniela Andreea Bivolaru
+4
Cenamos allí, con el atardecer y el sonido del mar. Un momento bonito en el que la comida nos gustó bastante.
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