Es un sitio estupendo. En un ambiente familiar se atiende como antes, sin prisas y con agrado.
La comida está muy rica y los platos salen rápidos, como el Madrid a la contra.
Volveremos sin duda.
Me gustó todo mucho, especialmente los calamares de campo.
Hemos estado de vacaciones por Matalascañas y por las noches nos gustaba salir a cenar por la zona del restaurante que hay buen ambiente. Reservamos una noche por probar el sitio viendo los buenos comentarios que tiene y sin duda fue un acierto. Superó con creces nuestras expectativas hasta el punto de volver a reservar para las siguientes noches.
Recibimos una atención inmejorable por parte de los dueños. Desprendían un ambiente tan familiar que nos hicieron sentir como en casa.
La parte gastronómica impresionante. Una carta llena de platos típicos muy bien seleccionados y fuera de carta una selección de platos muy bien elaborados. Difícil poder decantarme por alguno en especial después de haber probado una buena parte de ellos. Adjunto imágenes de algunos de los platos que hemos degustado.
Un gran recuerdo de las vacaciones y, por sitios como Alberto´s, volveremos a repetir sin ninguna duda.
No falta detalle, comida espectacular de calidad y con platos nuevos fuera de carta,hemos cenado todos los días durante las vacaciones y no tengo queja de nada. Impresionante trato y Comidas. Reservad con antelación o no pilláis mesa. Volveremos cada vez que vengamos.
Muy buen restaurante, un trato excepcional por parte de todos los que trabajan. Lo primero de todo un detalle que te pregunten por la intolerancia o alergia de cada comensal.
[Es necesario realizar reserva]
Los platos que tienen fuera de carta muy elaborados y de calidad.
Como entrante probamos la Torre serafín, la mezcla de sabores su principal característica (plato indispensable probarlo).
Las albóndigas de choco en su tinta, muy buenas, otro plato elaborado con todo su sabor de la tinta de choco (un plato recomendable a pedir).
Croquetas de rabo de toro, muy deliciosas.
Huevos marinos otro plato más que merece la pena saborear, se trinchan los huevos con espárragos marinos ( un manjar para el paladar este revuelto).
Terminamos con tarta de zanahoria muy buena con una porción grandecita y nos invitaron a un chupito.
Volvería sin dudarlo, apuntado en la agenda para la próxima.
De los mejores sitios en los que he comido en una playa.
Todo de 10, desde la atención personalizada y atenta de la dueña y su hijo, con recomendaciones y trato directo.
Comida muy TOP, la presentación y el sabor muy buenos, bien elaborado y sabroso.
Terraza con vistas a la playa y buena temperatura, hasta en un día muy caluroso.
100% muy recomendable, la calidad se paga.
Fuimos allí gracias a un amigo que es de aquí. No le doy un 6 estrellas porque no se puede. Se esfuerzan al máximo porque tengas una experiencia inolvidable, cuidando todos los detalles desde la recomendación de los vinos hasta los postres, todo fue un acierto. Y la comida está exquisita , algo diferente, refinado y lo más importante, rico en sabor. Muchas gracias por cuidar de nosotros el día de nuestro aniversario. Sales de allí satisfecho porque no sólo has comido bien sino que has disfrutado de unas vistas y un trato que por desgracia es raro ver en Matalascañas. Ha merecido mucho la pena.
Sin ningún lugar a dudas lo mejor de la zona con muchísima diferencia.
Un cocinero con inquietudes, elabora platos diferentes con muy buena presentación, muy buen sabor, equilibrio de productos y mucha cantidad .
Muy recomendable
Desde la comida hasta la atención, todo ha sido maravilloso.
Recomendadisimas las albóndigas de choco y el tomate picado.
Me ha encantado, repetiremos sin duda alguna.
ESPECTACULAR ES POCO!!!
Sorprendente restaurante en el paseo marítimo de Matalascañas.
Si quieres huir del típico chiringuito con comida regular a precios de “primera línea de playa”, ESTE ES TU SITIO.
Cocina DE SABOR, buenas raciones y ambiente relajado y cercano.
Ha sido una pedazo de experiencia y nos quedamos con ganas de probar toda la carta.
Los dueños son un amor.
Así que sed buenos y dadles amor a ellos también.
Lugar donde se nota el buen trabajo y hacer de los dueños. Se ve claramente su amor hacia la cocina. Nosotros volveremos seguro. Las albondigas de choco nos dejaron sin palabras. Normalmente hay que reservar mesa.
La comida es de muy buena calidad y está muy rica; insuperable el trato, es la mejor guarnición, sin duda. ¡Volveremos!
Desde la llamada telefónica para reservar, donde no pudo ser una muestra de lo que vendría después.
Llegamos y la atención fue buenísima y rápida al igual que la comida.
La comida, tengo que decir que ya estoy pensando en la siguiente vez que voy a deleitarme con estos sabores, de verdad qje de lo mejor que he probado, no solo de la zona si no de muchos de los sitios a los que he ido a comer. Además, no es nada caro y la comida casera y de calidad, ha superado muchísimo mis expectativas.
Sin duda 100% pienso repetir, nada que ver con los demás que he visitado en la zona. Recomendación la torre y la tarta de zanahoria 😍
Un verdadero gusto, el poder comer tan rico a pie de playa. La atención y la comida ha sido excelente. Para repetir sin duda.
Se come de escándalo y el servicio chapó. La comida muy elaborada y diferente, pero buenísima.
Excelente comida, excelente trato en el servicio y ambiente cuidado y relajado. Me lo recomendaron unos vecinos y amigos de Matalascañas y ha sido un éxito. Repetiremos seguro!
Victoria Santiago Toro
+5
Alberto’s en Matalascañas, es diferente a todo lo que podemos encontrar aquí, en cuanto a comida, servicio y ambiente. Es comparable a cualquier buen restaurante de una gran ciudad. Una experiencia altamente recomendable.
Pedro Fernandez Millan
+5
Personalidad y gusto.
Estuve el finde pasado de casualidad y guiados por una buena reseña en Internet. Lo que me encontré fue una sorpresa y una experiencia equilibrada en todos los aspectos.
Comida: una propuesta familiar con frescura y platos actualizados. Platos con elaboración, pero sin llegar a perder la esencia de un plato tradicional. Pedimos la torre serafín, donde el protagonista era el queso de cabrá combinado con otros ingredientes como mermelada de calabazín, membrillo, etc. Un plato que se podría pensar común, ya que el queso de cabra es un material extendido en la restauración, pero en este caso la combinación era fresca y con un sabor particular, los ingredientes se mezclaban en el paladar y daban una sensación nueva. Pedimos, también, los calamares del campos, buenos, finos, crujientes, y sin aceite sobrante, no hay más que decir, en su punto. Nos sorprendió el Bacalao y el Venado a la naranja, son platos que merecen la pena. La sensación y el sabor que te dan no te lo ofrecen en otro sitio, sobretodo el Venado, una apuesta arriesgada, ya que es producto de la combinación con la naranja. El acierto está el ese punto ácido y agridulce a la textura del Venado perfectamente guisado. Una delicia.
Los postres caseros, cremosos, en su punto de dulzura, sin llegar a ser empalagosos, muy ricos y contundentes.
Servicio: Personal y cercano. Sabe lo que el cliente quiere, y es que lo traten con respeto y cercanía. No te da tiempo a la duda cuando ya te explican la construcción y confección de sus platos. Atentos y preocupados por la experiencia del cliente. Dice mucho que solo oferte las mesas que los trabajadores puedan abarcar con este servicio, lo que crea un clima estable entre el trabajador y el cliente, no hay nada mejor que contagiar ese carácter positivo. Menos y más calidad.
Además, los platos contundentes, la relación de calidad y cantidad se cumple con creces.
Para repetir, gracias y enhorabuena.
Platos riquísimos, con buenos ingredientes y una presentación muy cuidada.
Ya pensaba ponerle 5* por la atención prestada, pero tuve además el privilegio de charlar con el matrimonio propietario y ver el cariño que le ponen a su negocio.
Espectacular tanto si quieres comer tradicional o si quieres probar fusiones de sabores.
La ensalada de burrata de la casa con salsa de mango,brutal.
Los calamares de campo, albóndigas de choco....y los postres increíbles.
El servicio inmejorable!
Para repetir mil veces!
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