Es verdad que los dueños son un poco pintorescos, pero nos hicieron la experiencia más divertida. La comida estaba riquísima, todo casero, casero, las croquetas de merluza y gambas espectaculares. Los gambones al punto, enormes, de primera. Y la lubina fresquísima. Las patatas bravas eran de las más ricas que he comido, sin duda, se notaba que eran patatas recién cortadas y éso es raro de ver. Estábamos un poco reticentes al leer otras reviews, pero era el único sitio de Manzanares con un sitio libre en la terraza así que nos arriesgamos. Y cómo nos alegramos de haberlo hecho!
El sitio es pequeño pero acogedor, con una terracita en la plaza, tienen pocas mesas pero no hace falta reservar.
La comida está riquísima, con un toque casero y se le nota la calidad.
El camarero es muy majo y muy atento!
El menú de domingo son 22€ y otra opción es el cuarto de cordero para dos que cuesta 25€, no es caro para la calidad que tiene pero no hay opción barata...
Un bar de pueblo con una muy buena comida. Con la bebida nos pusieron una tapa de cangrejos de río que estaban de rechupete. Las cantidades son abundantes y lo mejor sin duda es el trato de Pepe, el camarero. Muy recomendable.
Ensalada, cangrejos de rio, salmorejo, pollo al ajillo, una cerveza, una Cocacola y dos cafés: 25€
Nos pedimos el menú un domingo y la verdad que me dejo asombrado! Buena calidad y a buen precio
Menú de 12€ entre diario. Todo casero, trato muy bueno y todo riquísimo. Muy simpático el dueño.
Lucía Vidal Dos Santos
+5
Simpática taberna ubicada en el casco histórico con un excelente servicio bien familiar y con raciones muy ricas y abundantes bien caseras. Muy recomendable
Vaya sorpresa!!! Si, es pequeño pero muy acogedor. La mejor fabada de la sierra. Un trato espectacular. Me he sentido muy a gusto. Volveré
Sitio acogedor y muy agradable, todo estupendo, servicio muy profesional, lo recomiendo
El trato mucho más que cordial, te hacen sentir como un amigo.
Unos judiones tremendos, unos huevos rotos con morcilla impresionantes (la morcilla recién hecha de Burgos, patatas caseras no congeladas, huevos con su puntillitas...) y un enclave envidiable junto a la iglesia. Recomendable 100%.
En una de las mejores ubicaciones de Manzanares el Real, junto al centro (la iglesia) y muy cerca del Castillo de los Mendoza. Tienen un menú los fines de semana por 18€ que no está mal. Disponen de terraza que se agradece bastante los días de verano (con algunas mesas con sombra). El servicio es rápido y las raciones correctas. La relación calidad / precio es correcta teniendo en cuenta que, los fines de semana, la mayoría de restaurantes de la zona son para comer a la carta. El menú incluye bebida, postre (que es lo más pobre del menú: helado de cucurucho del Dia% o un poco de melón) o café.
Mejor de lo que parecía.
Aunque el local en sí no invitaba mucho a sentarse, nos decidimos por las reseñas.
En torno a unas 8 raciones en carta nos lanzamos a por el entrecot, recomendado por el dueño. La verdad es que estaba bastante bueno y de punto perfecto.
Croquetas de jamón caseras con un sabor muy intenso, muy ricas.
Los trigueros muy buenos tambien.
La atención de 10.
¡Buenos días!...¿que es lo que uno espera de una taberna pequeña cuando va a la sierra? ¿Un tabernero que robaba bancos y los mejores callos de la sierra? Pues eso es lo que hay! Un sitio de pueblo, pero de pueblo de verdad!, donde los callos son callos (a mi no me gustan pero todo el mundo se lo decía a la gran cocinera) y donde sí los niños hacen jaleo el tabernero les instaba que hagan más todavía! .... eso es el encanto que tiene aparte de que lo que tienen (no hay una carta grande de platos) es súper casero, cocinado con muchísimo cariño y el trato que es como si estuvieras en casa.... la pena que es un sitio chico aunque con el buen tiempo la terraza gana mucho. Si quieres comer elegante no vayas pero si quieres comer casero lo que tengan y con ambiente pueblerino y tabernero esté es tu sitio. A mi me gusta! Feliz fin de semana!😘
Reservamos al azar un día que fuimos de excursión a visitar el castillo de Manzanares y fue un acierto. Un local pequeño, por lo que se recomienda reservar pero un menú del día con una auténtica fabada asturiana buenísima. La carne muy rica y el arroz con leche, así estilo asturiano, para repetir. Camarero y cocinero que también salió de la cocina muy amables.
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