Mi visita a Pulso Café, como amante del buen café , me dejó una impresión muy gratificante. A pesar de ser un local muy pequeño, se encuentra estratégicamente cerca del Museo Cerralbo, lo que lo convierte en un lugar acogedor y encantador. El interior de la cafetería cuenta con dos mesas y cuatro sillas, lo que permite disfrutar del café en un ambiente íntimo. Pero lo que realmente me llamó la atención fue el espacio al aire libre, con dos mesas ubicadas alrededor de un árbol, que brinda un toque natural y sereno a la experiencia. Aunque la variedad de cafés no es extensa, es sorprendentemente atractiva. Recomiendo probar su Bulletproof Coffee, una deliciosa especialidad que realmente despierta los sentidos. Además, para aquellos a quienes les gustan las bebidas con un toque picante, pueden pedir que preparen su Dirty Chai con un poco de picante, lo cual es un toque único. La barista que me atendió fue muy simpática y conocedora. Durante mi breve visita, pude notar que Pulso Café está ganando renombre en la zona, ya que interactuaba de manera amigable con varios clientes habituales que entraban en busca de su dosis de cafeína diaria. En resumen, Pulso Café es un rincón pequeño pero encantador que ofrece una experiencia de café auténtica y única en un ambiente acogedor.

Desde que abrieron este café en el barrio no lo tomamos en otro sitio!! Es delicioso, súper bien hecho, se ve que tienen ingredientes de calidad. De los chicos que atienden, no sabría decir quién es más amable! La verdad es que es muy agradable visitarlos siempre. También hacen sentir como de la casa a nuestra perra Zelda, y eso se agradece un montón! Es genial que cada vez más sitios en Madrid se sumen a la filosofía DogFriendly <3