Restaurante en la calle de Doña Berenguela junto al mercado de Tirso de Molina en el barrio de Puerta del Ángel. Funciona también como cafetería los fines de semana que abren entonces a las 10:00, sirviendo desayunos (ver foto de su carta), el resto de días abren a las 12:30.
El establecimiento tie
Local cálido y acogedor, decorado con un gusto excelente. Servicio muy bueno, amable y rápido. Comido rica, destacaría las croquetas de calabaza y trufa y la ensaladilla. Con ganas de repetir y probar algún otro plato.
Descubriendo uno de los mejores restaurantes del barrio. Ha sido todo un descubrimiento y sorpresa. La carta no es demasiado larga, pero todo está muy bueno. Tiene platos super originales e diferentes, tanto principales como entrantes para compartir. Mereció la pena dejar un hueco para el postre, po
Buen lugar para comer, la comida muy rica y tienen tanto comidas más clásicas, como alguna cosa más moderna y la atención y el ambiente también son muy buenos
Uno de los mejores restaurantes del barrio. Ha sido todo un descubrimiento. La carta no es demasiado extensa, pero todo está buenísimo. Tiene platos super originales e innovadores, tanto principales como entrantes oars compartir. Merece la pena dejar un huequito para el postre, porque son una locura
De entrada la reserva fue rápida, fácil y en el mismo día. Todos queremos pagar menos pero la calidad se paga. El humus y los tacos de cochinita muy ricos. Los platos principales también recomendables, la hamburguesa de ternera y el canelón de ternera. El local es acogedor
Calificaría al Restaurante Berenguela como un local con ambiente relajado, sencillo y mediterráneo.
Los camareros son muy cercanos y profesionales. La comida está exquisita. El menú es económico en relación a la cantidad y calidad. Se notan que son productos lo más naturales posibles, pero combinan
Comida riquísima. Platos muy elaborados. Ambiente muy agradable. Por la noche se vuelve un local ideal para tomar una copa. Atención estupenda.
He ido ya unas cuantas veces y destaco la atención de los camareros, de diez. La cocina es también estupenda y el menú del día suele estar bastante bien. Además el sitio es muy agradable y nunca te meten prisa para dejar la mesa. En definitiva, un muy buen restaurante.
Una inesperada sorpresa, un sitio diferente, moderno con trato cercano, ambiente joven y agradable, platos deliciosos. A destacar calidad-precio, servicio de 10, las patatas con trufa, la tarta de queso uno de los crumble más ricos que he probado. El cebiche y los canelones de carrillera mejorables.
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