cristina eiroa riveiro
+4
Decoracion muy original, la comida para mi gusto es de lo más normalito y escasa para el precio que tiene. Excepto la ensalada que te cobran un plus por echarle encima un filete de pollo que dice crujiente pero es a la plancha sin mas. Para colmo hubo un problema con la mesa y cuando llevábamos un rato sentados nos cambiaron porque se habían equivocado y como compensación se ofrecieron a invitarnos al postre , cosa que no hicieron pues nos pusieron una tarta de galleta que no elegimos y 4 cucharas . Gracias a dios que no íbamos a pedir postre que si no menuda cara se nos queda. Por cierto la tarta demasiado dulce para mi gusto. La verdad es que tenía muchas expectativas y me fui desilusionada.
Buena experiencia. El local tiene una decoración muy particular lo que lo hace muy agradable. El servicio de 10, personal muy atento. Pedimos las milhojas, cachopo y de postre la cookie caliente en el horno con helado. Todo para repetir. Destacaría la cookie, espectacular. Calidad-precio y cantidad correcta. La única pega que pongo es que antes de servirte lo que has pedido te ponen un entrante de la casa que luego te cobran sin avisarte. Por lo demás todo estupendo.
Nos recomendaron los champiñones y fue un gran acierto pedirlo!
Además pedimos cachopo y hamburguesa, todo exquisito!!
Se lo recomendaría a todo el mundo que quiera disfrutar de una velada inolvidable!!
Gracias!!
Restaurante clásico en Madrid, tu mascota puede entrar y comer contigo. El local que tienen en la calle Carranza es muy pequeñito pero es suficiente para comer un día con tu pareja o con algún amigo o amiga (no lo aconsejo para grupos). La comida está muy sabrosa!! Tiene mucho sabor. Nosotros probamos de entrante las berenjenas con queso parmesano y pesto, estaban riquiiisimas. De segundo tomamos el risotto y los tacos de entraña. El risotto un 10, los tacos no nos gustaron mucho, la carne estaba algo dura y estaban muy salados. De postre su clásica tarta de queso con frambuesa, una delicia q hay q probar.
El ambiente es tranquilo y el precio asequible. El personal es muy amable y atento, te cambian el plato las veces q haga falta. La vajilla es curiosa, todo es muy vintage, es como si viajaras a la campiña inglesa 😊
Muy agradable el ambiente, la luz. Mesitas muy bien decoradas para una velada agradable. La comida muy rica entrantes sorprendentes nosotros nos pedimos los champiñones y las gyozsas… de segundo los tacos de bacalao y el tartar de atún! Las cantidades justas ni mucho ni poco.. para un hambriento los tacos son un buen plato. El único pero… las sillas muy incomodas… es una pena! Podían poner algun cojin o algo!
Antonio Herrero González
+5
Hemos estado comiendo como celebración y ha sido todo un descubrimiento en todos los aspectos. Lugar tranquilo, servicio, comida. La comida hemos probado 4 platos y estaban espectaculares, hacía tiempo que no disfrutaba tanto comiendo. Aconsejable los champiñones rellenos, las alcachofas, el milhojas con huevos y los tacos del pastor. Como postres, la tarta de mamá y brownie cheescake. En definitiva, es un restaurante totalmente aconsejable. Volveremos!
Muy buena atención de los camareros, ambiente muy tranquilo con luz tenue (a mi me gusta un poquito más de luz para ver mejor lo que como era cena de día supongo que entrará luz) pedimos tapas y todas estaban muy ricas, champiñones rellenos y la milhojas de patatas lo que más me gustó. De calidad precio bien. Recomendable para una cena tranquila.
MUY buenos los platos de: Mar y Montaña, Risotto de Setas. El servicio muy bueno. Los champiñones de entrada ricos pero no algo para destacar.
Hemos comido fenomenal. Los camareros son súper amables, bonita decoración. La carta de principales no es muy extensa pero sí la de entrantes. Mejor llamar para reservar. 94€ dos personas con vino y postre.
Muy buena comida. La carta tiene gran variedad y te permite elegir diferentes opciones de carnes, pescados, verduras, hamburguesas, etc.
Recomiendo los champiñones rellenos de calabacín, queso y tomate. Están increíbles. Dejad un sitio para el postre, solo probamos la tarta de queso que estaba muy rica, pero me quedé con ganas de todos!
El local es muy bonito y acogedor y el servicio es bueno.
Nada más llegar te sorprende el agradable olor dulce de las galletas recién hornadas.
Su iluminación es cálida, muy agradable para mi gusto que soy persona de poca luz.
La decoración toda ella hace incapie en nuestras adoradas mascotas.
Fui con una amiga y pedimos platos para compartir. Abundante y de calidad. Pedimos las berenjenas rebozados en galleta que nos recomienda la.chica que nos atendió y fue el plato que menos gracia me hizo.
Lo mejor fue llegar al postre, su "Browni Chesse Cake "te deja sin sentido. Espectacular sensación a los sentidos
Muy recomendable para ir con amigos o en pareja para tener una buena charla, el ambiente es muy acorde a ello.
Quizás lo más destacable sea la fantástica declaración sin duda se trata de un sitio popular y no es mala idea reservar. Excelentes las berenjenas fritas y rebozadas con polvo de galleta, el tartar de atún muy rico. Pedir la hamburguesa y me pareció una fantástica hamburguesa con carne de gran apunto y en cuanto al postre pedimos la tarta de la abuela, la presentación no se correspondía con la foto que aparece en la página web sin duda se trata de la tarta clásica de galleta y chocolate muy rica (quizás algo dulce de más). Nos encantó la atención de nuestro atento y diligente camarero quién no solo nos atendió solícitamente sino que además a tendría prácticamente a todas las salas el solo, como un verdadero profesional. Si bien es cierto que la carta es algo corta eso permite que los platos salen de cocina muy bien y que la calidad sea excelente.
Un sitio precioso! Probamos varios platos riquísimos pero tengo que destacar su galleta a la sartén! Un postre que no dejó indiferente a nadie de la cena! Lo mejor de todo es que son petfriendly y nuestro perrito vino con nosotros y estuvo como uno más!
Restaurante agradable. La comida buena. El servicio muy amable.
¡Me ha encantado este restaurante! Estuvimos en el que está situado en la calle Carranza, es un local pequeño pero muy cozy. Me gustó muchísimo la decoración que tienen, la intimidad de las mesas y el olor, si, olía súper bien. En cuanto al personal fue súper atento con nosotros, y nos recomendaron los platos que pedimos para cenar: croquetas de queso brie, berenjenas empanadas con galleta y salsa de pesto y los ravioli de calabaza, que estaban para morirse. Los postres son también una locura, nos pedimos la cookie con helado y la tarta de la abuela, exquisitos. El precio es de aprox. 30 euros por persona.
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