Ana Belén González Pinos
+5
Producto, cariño y profesionalidad. Aquí como lo que Trifón me dice, aquí me dejo llevar por sus callos (siempre hay que pedirlos), por sus mollejas o sus fuera de carta. Su revuelto de trigueros y erizo o los caracoles. Aquí se viene a disfrutar. Y eso no tienen precio. Reserven y disfruten.
Javier Tetilla De Castro
+4
Uno de los temploa del producto si estás por la zona centro de Madrid. Local muy pequeño, apenas 4 mesas en el interior del restaurante. Obligatorio pedir las cocochas que te terminan en la propia mesa para que veas el trabajo que tienen, tambien imprescindible las albondigas y las croquetas. Amplia carta de vinos con referencias a precios bastante ajustados. Muy buen trato por parte de los dos hermano (dueños). Un sitio donde repetir una y mil veces.
Espectacular. Sitio muy pequeño pero muy grande en su comida y atención. Mollejas, oreja, rabo de toro, cocochas y marisco fresco, todo ello de primera. Eso sí es obligatorio reservar. Muy cerca de Manuel Becerra en la calle ayala
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