Muy recomendable. La calidad de los platos es exquisita. Destacar la tortilla melosa y el steak sobre tuétano, otro nivel, aunque los demás platos estaban deliciosos, oreja, mogote, ensaladilla, croquetas y su tarta de queso. El trato fue muy agradable y profesional, los platos salían a su tiempo y forma. Volveré
![5]( "Recensione")
Lo tenía pendiente desde hace mucho tiempo y no ha defraudado.
La carta es corta. Su comida está basada en productos gallegos, pero los platos tienen una vuelta de tuerca que le dan mucha personalidad, con buen producto y mejor técnica.
Pedimos todo para compartir:
- Empezamos por media ración de oreja con patatas revolconas. Aunque en carta no aparece esta opción, nos comentaron que era posible pedir media de la oreja y de la ensaladilla. Plato muy original y magnífico el punto de la oreja: crujiente por fuera y tierna en el interior.
- Gyozas de pulpo. Vienen 5 unidades. Se aprecian perfectamente todos los sabores de lo que sería un plato de pulpo convencional, pero con distintas texturas: la masa de gyoza glutinosa, la teja de pimentón, la espuma de patata… ¡Muy rico!
- Seguimos con la raya. Nos encantó de principio a fin. La ración es muy grande, viene muchísima cantidad de pescado. El punto está perfectamente conseguido: el pescado se separa perfectamente del esqueleto. El toque de Pedro Ximénez nos sorprendió mucho, le aporta matices aromáticos pero no acapara el sabor. Viene acompañado de verduras variadas: zanahoria durita, alcaparras fritas…
Impresionante.
- Terminamos con el canelón de manitas, rabo y setas. Fue el plato que menos nos dijo. No notamos el punto de las setas, pero viene mucha cantidad de relleno. El punto de la pasta es muy bueno.
Todo ello acompañado de un pan riquísimo de la Miguiña. Con sabor ácido, miga densa y húmeda y corteza crujiente.
Para el postre nos inclinamos por la tarta de queso. Está muy rica de sabor, lleva gorgonzola y sabe a queso fuerte. Sin embargo, la textura nos pareció demasiado dura, costaba un poco tragarla. Para la siguiente vez probaremos el flan.
En general, todo bien cocinando y buenas cantidades, se disfruta mucho.
La atención es muy buena y el servicio es rápido.
El precio me pareció adecuado. Salimos a 31€ por persona y terminamos más que satisfechos.
La Lorenza es uno de los sitios imprescindibles de Madrid si queréis comer en un sitio con auténtico sabor a taberna. Todos los platos que pedimos estaban riquísimos aunque sin duda destacaría su tortilla de patatas, la ensaladilla y el steak tartar. La tarta de queso también les sale muy bien, aunque quizás no sea de las mejores que he probado.
Muy muy recomendable
Díez sobre diez. Esta taberna de fuertes raíces gallegas sirve una comida propia de un manjar de dioses, Celtas diría yo.
Una simple raya, un mísero hueso con tuétano y carne o una humilde tortilla de patatas, se eleva en esta taberna madrileña a la categoría de " sublime".
Guía Michelin toma nota.
Galicia calidade.
Excelente. La oreja con revolconas y los callos riquísimos, el mogote, las gyozas... todo rico rico.
El personal es muy amable y atento. Un par de detalles -nos anunciaron los fuera de carta, con el precio- ya sé que es obligado pero en casi ningún sitio lo hacen, pedimos agua además del vino y nos ofrecieron una jarra de agua fría, en lugar de hinchar la carta con el agua mineral.
El sitio no es muy amplio. Estuvimos cenando ensalada de Burrata, tortilla y raya. De postre sopita de mango con helado de chocolate blanco que estaba muy rico. Sobre la tortilla, sin quitarle protagonismo ya que es el plato estrella, decir que está rica pero parece una tortilla francesa redonda rellena de patata. Será por la forma de hacerla. Indicar también que no lleva cebolla. El servicio muy bueno y amable y el precio no es barato pero está acorde con la comida.
Maravillosa taberna en el barrio de Lavapiés. Servicio atento y amable. En cuanto a los platos degustados, destacar: i) steak tartar sobre tuétano, la carne estaba perfectamente aliñada y el contraste con la untuosidad del tuétano fue un verdadero éxito; ii) tortilla de patatas estilo Betanzos muy melosa; iii) salmón marinado, nota fresca y saludable a tener en cuenta y iv) patatas revolconas con una oreja de cerdo frita que es un auténtico escándalo. De postre, recomiendo encarecidamente probar el flan de queso de oveja.
Repetiremos.
Todo muy rico. Las croquetas muy buenas crujientes por fuera y cremosas por dentro . Mollejas originales y sabrosas y la oreja distinta y espectacular. Raciones normales
Única pega, hacia calor en la sala.
Es una neotaberna, conserva ese aire de las tabernas típicas, con producto tradicional, dándole un toque muy especial. Se pueden tomar raciones en plan informal en la bonita y amplia barra o pasar a la sala y cenar un poco más tranquilamente. Son encantadores en el trato. Y la cocina exquisita. Para los amantes de la casquería tiene opciones renovadas, como el Canelón de manitas de cerdo, rabo de vaca y setas o las ricas mollejas de cordero. Imprescindible su tortilla melosa de patata, o sus orejas con revolconas. Super originales las Gyozas de caldeirada de pulpo y espuma de patata ahumada, en esa fusión de Galicia y Asia que tan bien saben hacer. He ido varias veces y me encanta todo lo que he probado.
Y sus postres también a la altura. No os perdáis su tarta de queso o el coulant de almendra.
Restaurante -bar muy bueno. El local localizado muy céntrico y zona tranquila. El local es chiquitito y acogedor. La comida está muy buena y por ello el precio es elevado (30-40€ /pp). El personal es muy amable y atento. Hay que hacer reserva
Cocina gallega con una vuelta. Pan buenísimo. Vinos por copas.
Atención perfecta. Ambiente agradable. Ganas de volver para probar más platos. 🍴
Esto no es normal. Que maravilla probar lo que da esta taberna. Todo buenísimo, sitio tranquilo, servicio perfecto. Para repetir 200 veces.
El local es muy acogedor y todo el personal tiene un trato excelente. La carta, aunque a priori no es muy extensa la completan con platos del día, todo de mucha calidad y se nota especialmente en el steak tartar. Y la tarta de queso es espectacular!
Felipe martinez reques
+5
Una taberna típica de Madrid en el barrio de Lavapiés, con una cocina más que trabajada, dando una vuelta a los platos típicos pero con su toque especial, merece la pena ir y probar sus platos, volveremos a seguir probando algunos platos que nos quedaron por probar
Me ha gustado mucho este restaurante ubicado en el corazón del barrio de Lavapiés. El local es amplio, acogedor y respetuoso con un edificio de su antigüedad. La comida, excelente en calidad, sabor y presentación, quizás mejor para compartir que para tomarte primero y segundo. La carta no es amplia y la componen platos variados con atención a la casquería y algunas recetas curiosas, como el pez raya. La presentación de los platos es cuidada y las cantidades contenidas. El servicio nos resultó profesional, amable y bastante ágil. Con el local lleno no tardaron en servirnos. Por último, los precios no son en absoluto altos y oscilan entre los 30/40€ por comensal con buen vino, sin postre y con precauciones con los platos fuera de carta. Es más que una tasca madrileña y algo menos que un restaurante con estrellas Michelín, pero sorprende para muy bien.
Tomamos unas tapas a la hora de cenar , callos y ensaladilla, las dos muy buenas, para repetir, creo que volveremos, recomendable.
Tortilla impresionante.Muy buena calidad de patatas y huevo.La ensaladilla muy rica también, lo de la espuma de mayonesa riquísimo. Y la tarta de queso impresionante! Además vinimos sin reserva y nos sentaron . Muy amables.
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