Ambos servidores fueron muy profesionales y atentos. La hamburguesa estaba buena pero no había muchas patatas fritas. El crujiente no fue el mejor que he comido. Probaré los platos de nuevo en otro momento.
Fui entre semana y pedí menú del día.
Tenían varias opciones, todas de comida española. Pedí tomate aliñado y boquerones fritos.
El camarero muy amable. Me dio a elegir dónde sentarme, y me recolocó la mesa para que tuviera más espacio.
Para mi sorpresa, ponen un cucurucho de patatas fritas mientras preparan la comanda, es un bonito detalle.
Cantidad de comida normal, ni escasa ni demasiado abundante, lo justo para comer bien y que no sobre.
El lugar está muy bien ubicado.
A mí lado, un grupo de amigos pedían varios platos de carta que tenían muy buena pinta: croquetas, gambas, jamón.
Sí me gustó, tanto el trato como la comida y la ubicación del local.
Taberna andaluza en la plaza de Quevedo de Madrid. Quedé con mi hermano para comer y como la terraza estaba llana y hacía un calor insoportable, preguntamos que si podíamos comer dentro y nos dijeron que si, así que disfrutamos de la comida frescos y solos
Pedimos el menú especial y compartimos una ensaladilla rusa, una berenjenas recién fritas ( muy buenas ) unos flamenquines con una salsa picante que nos gustó mucho ( era salsa Brava) y calamares a la romana. Bebida y de postre dos de melón, no llegó a 30 euros , nos gustó todo ; tengo que decir que no suelo comer fritos pero como estaban recién hechos y crujientes , por una vez .....otras veces hemos ido a tomar unas cañas y tapas, me parece un sitio que está bien !!!
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