La propuesta de la Bodeguita del Arte es algo difícil de explicar, sus platos son especiales y están hechos con mucho cariño por sus dueños.
El sitio tiene una entrada pequeña, desde fuera no se distingue muy bien, hay que estar atento para encontrarlo, pero una vez que pruebas sus platos ya no puedes dejar de ir, es uno de mis sitios preferidos y al que suelo ir y llevar a amigos para que disfruten de sus platos.
Estuvimos de visita en Madrid cenamos un día y volvimos a ir nuevamente..El servicio un diez, profesional y amable, se agradece encontrar sitios así.
La comida excelente, a destacar el guiso de carcamusa, el calamar en tres texturas , la presa ibérica marinada y sus surtidas tartas , platos deliciosos, el resto de platos están ricos también. El postre muy bueno.
La carta de vinos, buena, de calidad, con alguna referencia interesante y a precios razonables.
Un restaurante muy recomendable para ir.
Conchi Villegas Martinez
+5
Nos ha encantado!!!
Fuimos recomendados y resultó un acierto.
La comida toda espectacular, en especial las croquetas y los escabeches.
El camarero que nos atendió no puede ser más amable, explicaba los platos xon un entusiasmo que denotaba gusto por lo que hace y nos daban ganas de probar todo
Seguro que repetimos
Sitio de comida tradicional pero con toques creativos. Alguno se sus platos, concretamente los guisos y algunos arroces, son por encargo.
Es un sitio pequeño con dos ambientes, uno de barra con mesas altas y otro pequeño salón con 4 mesas aprox.
Lo que más me gustó es el servicio, muy cercano y amable. Nos ayudó a escoger los platos. Y el precio, unos 20€ por persona.
Sobre la comida, los platos son originales y la presentación muy buena, pero respecto al sabor, están buenos pero nada sobresaliente en mi opinión.
Jean Carlos Cevallos sacon
+5
Un lugar acogedor frente al retiro, fuimos mi familia y yo , pedimos unos entrantes , el surtido de croquetas espectaculares las mejores que he probado , tortilla de bacalao poca cuajada exquisita, pedimos un arroz con carabineros en su punto el arroz riquísimo , una cosa que recomiendo es la degustación de escabeches un gran acierto a la hora de probar algo diferente ya que cada pescado estaba escabechado con distintas vinagres ,
El trato por parte del personal muy amables, cercanos , nos explicaron cada plato y fue una comida de 10 , al final salió el cheff y nos comento un poco de todo y que hacen cocidos por encargo ,en definitiva una acierto , volveremos 😊😊!!!
María Fernanda Ruelas Mendoza
+5
Me ha encantado…!
Excelente servicio de atención, sus platillos tradicionales son una delicia, sin duda volvería a comer en este sitio✨
Hace unos días visitaba La bodeguita del Arte una sucursal del restaurante que el cocinero Chencho Alonso montó hace más de 30 años en el pueblo de Bargas, a 10 kilómetros de Toledo. Allí realizaba y realiza una cocina calmada de fuego lento, de tradición… A esta cocina tradicional se incorporó Miguel Ángel Alonso (Bargas, Toledo, 1995) el hijo de Chencho, con ganas de respetar los platos de sus padres pero con las ganas de revolucionar que dan sus 26 años. Aquí en este local pegado al Retiro (donde en tiempos estaría el añorado Iñaki Oyarbide) es donde encontramos esa mezcla de tradición y modernidad, con productos a los que vigilar muy de cerca como sus escabeches o sus guisos…
Se suma así la modernidad de Miguel Ángel con el poso heredado de Chencho, su padre, que desde hace 33 años regenta el establecimiento de Bargas, famoso por sus cocidos y por todo aquello que exige fuego lento. Literalmente en este caso, porque todos los pucheros y guisos -que se cuentan por decenas- se cocinan directamente sobre la llama de la madera de olivo en Toledo y luego se traen al restaurante madrileño.
La oferta líquida…
Algo que también tenemos que poner en valor son las más de sesenta referencias de vinos que completan la oferta enológica, incluyendo nacionales e internacionales, donde destaca una selección de vinos castellano-manchegos elegidos personalmente por el sumiller Custodio Zamarra.
Al mismo tiempo y desde la barra, la coctelería consolida la propuesta líquida, contando con más de 80 destilados diferentes y una amplia carta de cócteles, clásicos y contemporáneos, además de tragos a medida, elaborados por el bartender Jean Carlo Cevallos y que funcionan durante todo el día.
Ha sido todo un descubrimiento este restaurante al que no tardaré en regresar porque no hay que olvidarse de uno de los platos destacables del restaurante: el cocido madrileño, en puchero de barro (con sus tres vuelcos canónicos) que se puede tomar con sopa de pan o de fideos, a elección del comensal, (lo preparan en Toledo junto al fuego y lo traen a Madrid en el mismo día, siempre por encargo y para 4 personas) y otros reconfortantes guisos como la fabada, la judía blanca con almejas o el puchero vegano (también por encargo) y por supuesto sus escabeches, sus croquetas, sus tempuras y su guiso Carcamusa, una delicia...
Restaurante especializado en escabeches. La ensaladilla con bonito escabechado y la degustacion de escabeches son para mi dos imprescindibles de este restaurante. Los demás platos también buenos. Personal muy atento y simpático. Una pena que la terraza no sea más grande.
Me ha encantado,un sitio perfecto para picar y comer,platos muy diferentes y muy bonitos,y por supuesto un sabor increíble,lo recomiendo mucho,volveré sin duda,
He quedado encantado 🤩
Restaurante con encanto muy cerca del parque del Retiro. Fusión entre lo tradicional y lo moderno. Platos que sorprenden y no decepcionan. Y los camareros muy amables y ayudando con todas las dudas.
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