Excelente comida!!! Todo muy bueno. Los callos. El pulpo. Los huecos rotos. Realmente recomendable
Muy buena comida asturiana. Nos encantó la sidra y las tapas/raciones de cabrales y chorizo a la sidra. El.cachopo perfecto para compartir.
ANTONIO ANDRES APARICIO CORBATON
+5
Un rico cachopo y buen pulpo
Antonio es muy amable , su hijo también y el camarero genial!
Bar de barrio. Descuidado pero con alma. Buena sidra y tapa generosa.
Con lugareño anclado en la esquina y suelo lleno de servilletas..
Quizás mejor que muchos sitios pijos.
Sidra muy buena de verdad. La tapa de chorizo buenísima.
Y de precio por las dos sidras 4 euros.
Agradable para comer y tapear. La comida del menú te va a recordar a la de mamá, no ha cambiado. El cachopo y Pulpo espectacular y el chupito de la casa que no falte.
Excelente cocina, callos, lacón, pulpo, pote asturiano, codillo con cachelos, todo muy bien cocinado y rico, lastima que el local se haya quedado anticuado, pero si no eres de lujos ni de diseños de vanguardia, pasa por allí y pide alguna de las raciones que he nombrado, verás lo que es bueno. y además de estar buenas, las raciones no son caras y tiene sidra natural, que más se puede pedir?
Riquísimo y una calidad excelente. Además han sido súper majos.
Es un sitio muy tradicional y sin florituras, agua grande y porciones muy generosas. Gran descubrimiento!
Para mi de los mejores callos de Madrid. Muy buenas tapas asturianas con las sidras. Con ganas de comer alli algún día.
Ambiente fenomenal aperitivos impresionantes y como Antonio el dueño un crack...no dejaré de ir ...a ver a Luis el maitre recomiendo en el pulpo cachopo impresionante es decir de 10
Mi padre es asiduo de la parroquia o familia que es el AVISEO. Hacia mucho por su edad 82 años que no iba hoy hemos conseguido llegar desde Villaverde. Fue como estar en casa, nos puso Antonio un lacón para morirse del gusto y el queso para subir visitar a San Pedro y bajar. Es una ventana muy humilde a la tierra asturiana pero muy auténtica.
Fuimos 5 colegas de trabajo después de un congreso en el Ministerio de Agricultura, buscando algo rápido que comer antes de dirigirnos a Atocha. Nuestro recibimiento fue claro: “para comer no hay prisas, la cocina tiene su ritmo”. Nos acomodaron en el piso superior, nos presentaron el menú del día escrito a rotulador sobre un trozo de papel de estraza y nos recomendaron algunas especialidades. Por unanimidad tomamos menú, eligiendo como primero el pote asturiano. He de decir que estaba espectacular. Una cazuela del tamaño de un vinilo de 7 pulgadas rebozando, con sus buenos trozos de chorizo picante. Las botellas de casera blanca y el vino llegaban poco a poco pero no paraban. El buen trato de un camarero septuagenario y la nube de humo con olor a frito que subía por la escalera amenizó la velada. De segundo hubo variedad de opiniones; unos pidieron pollo con patatas (MEDIO POLLO) y otros pedimos solomillo con salsa de queso azul. El plato de patatas fritas coronado con 4 medallones de solomillo marcados y cocinados al punto, correspondía al doble de una ración de restaurante fino y curiosamente también al doble de sabor y calidad. Seguían subiendo las botellas de casera y las cestas de pan. Con el postre se vinieron abajo, sirviendo uno de los mayores insultos al café que se puede probar. Afortunadamente pedí natillas caseras. Conclusión: 12€ por menú y toda una experiencia gastronómica en ese bastión asturiano perdido en el Madrid más castizo. Lamentablemente no hice fotos. Lo recomendaría y volvería.
P.D. 5 horas después, ya en Sevilla, la ropa me sigue oliendo a fritanga.
Uno de los ultimos lugares que son legado del consumo de cerdo, futbol y sidra. Creo que son de Asturias.
Comida espectacular, a destacar el cachopo . Buenos precios y muy buen servicio
An error has occurred! Please try again in a few minutes