Taberna pequeña de cañeo, animada, de aquellas que guardan el espíritu cañí de barrio, pero adaptadas con su toque moderno propio de Lavapiés. Para un vermut, una copa perdida, unas cañas con raciones, o lo que se tercie.
Bar castizo donde lo haya, el camarero da un palike del ke nunca he odio habalr, son duda una leyenda, eltaskero deleita con su gran conversacion.un abrazo para Manu!!! Eers un grande!!
Aparecí de casualidad y fuera de horas, aún y así me abrieron la cocina para prepararme un bocadillo espectacular.
El local hay que verlo, clásico y con buen ambiente. Y el dueño, muy majo. Olé tú!
Un sitio auténtico. Como quedan pocos. No tiene el café de starbucks, no tiene 30 variedades de cerveza, ni unas tapas que puedas subir a Instagram. Pero el que te atiende es el dueño y el es el que se curra todas las tapas, Que tienen su punto, y el menú del día. Si te gusta lo auténtico y no tanto
Miguel y los camareros son lo mejor del universo, buena atención, buen ambiente, ricas tapitas, excelente música!!!
Vermut de grifo, cervezas locales y buen ambiente. Muy recomendable
Los camareros son lo mejor! Molan mogollón! Son el espíritu del bar.
Típica tasca castiza, sin pago con tarjeta pero muy buen servicio. La carta muy imaginativa, primera vez en mi vida que como crestas de gallo. Sitio genial, esas tascas que se quedan en el corazón.
Sitio chiquitito pero con solera
El bar de toda la vida de Madrid, con buenas tapas.
En especial me encantó el hummus con un ligero toque picante y las alitas en salsa
Excelente bar con mucha personalidad para pasar un buen rato de tertulia. Imprescindible probar las cervezas del lugar, artesanas y originales del sitio. Buena atención y simpatía. Además exposiciones de arte para recrearse
Típico bar de barrio de los de toda la vida en Antón Martín, sitios con encanto de los pocos que quedan.
Es verdad que a parte de su dueño, sus cervezas de tiro y su papeo,lo mejor del bar es su papel del WC que es suavecito y con letras rosas, vamos un sitio impresionante... Lo del WC es cierto, reseñable y envidiable
Bar un poco rockero pero tranquilo y con personal y ambiente muy acogedor.
Este bar se acaba de convertir en mi bar de referencia. Miguel, el dueño, es una persona genial. La comida está muy rica y el ambiente es súper castizo es perfecto para ir de vermú y acabar comiendo y haciendo sobremesa hasta el cierre. Jajaja
Parece el típico bar castizo de hace 100 años con su olor a fritos y las paredes con grasa, pero su carta de comidas, aunque algo limitada de opciones, es muy contemporánea. Tiene desde hummus con chipotle, hasta escalivada de atún o bravas. Recomiendo especialmente el falafel con tzatziki y la hamb
Vermú a 1,5 euros. Caña a 1 euro. Aceitunitas de aperitivo 🫒. Muy bien todo
Muy rico. Buena birra (os recomiendo la Estrella Levante tostada o las artesanas). La atención genial. Lo bueno de Santa Isabel es que no es un bar que dé la lata. Es de agradecer. Muy recomendable
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