Es una experiencia muy buena, puedes ir picoteando lo que más te apetezca y al ser tapas pues eso da para ir probando muchos productos diferentes. Obviamente hay que llevar buena cartera, económico no es pero vale la pena. Lo que quizás se queda justo es el sitio a pesar de tener las barras de cristal.
Recomendable 100%
Es un mercado estupendo hay puestos en su interior con tapas para comer de picoteo, hay puestos de helados, fruta, vinos, vermut, cerveza, sangria, tapas de mariscos, pulpo, tapas de tacos, pinchos de tortillas, ostras....
Hay precios de todo tipo, desde 2€ el pincho hasta 9€.
Yo recomiendo ir un poco antes de la.hora de comer y dar una vuelta y saber qué ofrecen en cada puesto, hice eso y luego no fui dando tumbos... por que se pone a reventar y es complicado pedir con el mercado lleno,
Tiene pocas mesas para.comer, puedes aprovechas las barras de la cristalera... o de pie...
Siempre es muy buen programa visitar un mercado gastronómico en una Ciudad. En este encontraras variedad de ofertas de frutas, chocolates, quesos y gran disponibilidad gastronómica. No dejes de probar y busca la tapa de cangrejo🦀. Exquisita tapa con frescor característico y sabor diferente acompañada con un copa de vino🍷!!!
Recomiendo este lugar para compartir con amigos y probar verdadera comida española, tienen mucha variedad de platos, tapas y dulces. Además es uno de los lugares donde puedes comprar churros con chocolate caliente, que nos hace recordar a Venezuela.
Es un pandemónium sonoro de colores y sabores. Casi todo con muy buena presentación. El movimiento evita dudas acerca de la frescura. El saber comer del español, no deja dudas que lo que se ofrece es garantía de sabor. Muy bien
¡Descubre la elegancia culinaria en el Mercado de San Miguel! Este paraíso gastronómico en el corazón de Madrid ofrece exquisiteces gourmet que deleitarán a los paladares más exigentes. Desde tapas artesanales hasta delicias locales y de todas las regiones de España, cada bocado es una obra maestra. ¡Embárcate en un festín sensorial! El edificio una joya arquitectónica en el corazón de Madrid. Junto a la Plaza Mayor se alza majestuoso con su estructura de hierro forjado y vidrio. Su diseño de principios del siglo XX evoca elegancia y encanto, creando el escenario perfecto para una experiencia gastronómica única. Ventanas ornamentadas y detalles artísticos añaden un toque de historia a este icónico edificio. Buen punto para tomar fotografías.
Un lugar único, con gran variedad de locales con diferentes productos y comidas españolas, de distintos lugares del país.
Muy rico todo! Es turístico y buen plan para comer rico o encontrarse con amigos cerca de plaza Mayor.
Lugar emblemático para comer unas buenas tapas, jamón ibérico y beber cócteles y sangría. Un poco estrecho y generalmente esta lleno, pero se puede degustar buena comida local. Pedimos unos pinchos de aceitunas con variedad de quesos y tomates deliciosos. No es económico pero vale la pena.
Es un lugar típico de Madrid, que al ingresar te sorprende por la onda que emerge, por el disfrute de los bocados de cada comensal, es interesante que puedes compartir sabores, y no está restringido a comer solo de lo que te ofrece cada puesto. Es comida de alta calidad, siempre, pero que denota mucha preocupación en los detalles y con una gran oferta para gustos. En cuanto a la infraestructura, anímate a estar de pie la mayor parte del tiempo, ya que es pequeño en tamaño, y tener en cuenta, no hay accesos fácilmente identificable para personas con movilidad reducida. Y también! Si vas con Niños… no hay un menú para ellos de fácil selección.
El mercado está estupendo para tapear, es pequeño y con mucha gente que lo hace todo muy estrecho. Hay gran variedad en tipos de comida, los precios adecuados a lo que pidas para comer. La arquitectura antigua en hierro es genial y está muy bien cuidado. Los dependient@s de los diversos puestos son amables y atentos.
Es un lugar con una variedad muy muy extensa, eso sí, precios un poco elevados por platillos que perfectamente puedes encontrar en otros sitios. Se paga por el sitio, que es un lugar muy bonito (aunque estaba en remodelación en agosto y ojalá terminen pronto), una estructura preciosa que sin duda hay que ver. Hay cosas dulces, saladas, tortillas, carne, pescados, frituras, vinos, charcutería, hamburguesas, tapas de lo que sea, para todos los gustos y edades.
Hay una gran variedad de opciones para comer! No sabes qué escoger, todo se ve delicioso!
OJO! Lo están remodelando, así es que si llegan por atrás del mercado podrán pensar que está cerrado, pero no es así.
No se pueden perder ir de Madrid sin comer en Mercado San Miguel.
Increíble sitio para tapear y ver un mundo gastronómico. Nos encantó! Hay mucha gente pero se esta muy bien sobre todo a la noche! Recomiendo los puestos de salmón y pescado ya que suele ser fresco y el queso . Repetiremos seguro
Me encantó.
El trabajo la presentación de las tapas es de valorar la dedicación y la imaginación de cada uno de los puestos que conformar el mercado de San Miguel excelente experiencia
Lugar increíble, la cantidad de personas que concurren para probar las diferentes ofertas gastronómicas. Hay para todos los gustos...desde tapas, empanadas, dulces, salads, vinos, cerveza y más.
Cabe mencionar que en el puesto de Baos me enamoré, atendía una chica realmente preciosa y que además me atendió espléndidamente.
Mercado con variedad de tapas y comidas tipicas españolas con productos de calidad, gran ambiente y precios aceptables sobretodo sabiendo que esta en pleno centro de Madrid. El problema es escoger, porque hay muchas opciones y todas deliciosas, des de jamon serrano y embutidos hasta burguers diversas pasando por tapas de frituras, aceitunas, quesos variados, buen vino, pinchos de tortilla para todos loa gustos... Y mucho mas!
Me gusto mucho. Mucha variedad de comida aunque me costo encontrar bebida que no sea alcohólica o agua. Pero hay gran variedad de comida para todos los gustos. Los mariscos muy ricos
Fuimos tarde en la noche tipo 10:30 y aún estaban atendiendo. Nose cuál es el horario pero si volvería
Lo malo es qué hay mucha gente y pocas mesas pero vale la pena picar algo ahí
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