Great old rustic bar opposite chuecca tube station... great olde worlde atmosphere a must visit when in Madrid.. a good watering hole
Antonio Fernandez Rodriguez-Alto
+5
Uno de esos rincones de Madrid, donde se respira el casticismo. Una de las tabernas más antiguas, con salón para comidaso tapeo. Y su inolvidable vermú con seltz, y unas olivas o pepinillo relleno
Excelente lugar para conversar y disfrutar de abrebocas y bebidas con buenas amistades.
Un lugar acogedor , en plaza de Chueca Madrid.
Dónde echar él aperitivo.
Mae mia tabernita de toda la vida, que rico el vermú, los pepinillos rellenos, ambiente genial y muuuuucha gente. La terraza hasta arriba, espero la proxima vez probarla. Repetimos seguro.
Fantastico, merita!
Mangiato benissimo, location top
Es la plaza donde mejor late el corazón de Madrid. Debéis ir a conocer este mítico barrio madrileño
Jean Carlos Vegas Sequera
+5
Deberían quitar esa cara tan fea de Belén Esteban.
Lindizimo lugar donde la noche cobra su Esilo de Vida, con sus Luces decorativas, donde la vida parece ser eternaaa
Taberna clasicota de Chueca. Buen vermut, buenas birras y buen ambiente. Tiene dos zonas, la rápida paraestar de pie y la trasera para sentarte. Decorado vintage, de toda la vida. Nos encantó
Fui a tomar un vermút. La verdad muy bien. El chico en la barra muy amable. Pagué 2€. Se puede sentar fuera, el precio es un poco más alto, pero en la zona muy bien. Tienen varias cosas para comer también. Recomendable.
Taberna centenaria conservada intacta desde su creación en 1917 (aunque su origen data de 1908), está situada en la plaza de Chueca y es una auténtica MARAVILLA!
La antigua barra de estaño, las cerámicas de la Cartuja de Sevilla, las antiguas maderas nobles venidas de Cuba, los antiguos frescos en los techos, etc ...
Ha salido en varias películas de Almodóvar, como en "La Flor de mi Secreto" o "Vidas Paralelas"
Se compone se la zona de barra y de una sala que están incomunicadas, si entras por una, no puedes acceder a la otra, porque la barra está en el medio, una maravilla casi medieval!
Es famoso su vermú y tienen numerosos encurtidos, etc ... Te ponen un platillo entero con banderillas y aceitunas al pedir la caña (1,90€)
Jose Daniel Castellano
+5
El sitio estupendo. Pidiera mejorar la cantidad de tapas, porque te obligan a comprar entradas, ya que las tapas son insuficientes.
Un indispensable en las visitas al barrio de Chueca. Lugar con mucho encanto y buen vermú.
Realmente el vermut de grifo y su cerveza bien tirada de esta taberna hacen honor a su fama, son espectaculares. El ambiente es increíble ya que es una taberna que tiene 106 años de antigüedad. La atención es por cuenta de uno mismo y se pide en la barra. Definitivamente es un lugar q vale la pena visitar cada que uno viene a Madrid.
Taberna del Madrid antiguo y castizo. Un precioso lugar para degustar, vermut y cerveza. Un pecado no visitar al menos una vez al año. 😉
Excelente sitio para tomar un vermut, muchisimo mejor que el otro que esta por la zona. Atención rápida y muy buena. La comida tambien es excelente. Tienen unas mesas internas detras de la barra. Repetiremos sin duda...
Muy rico vermut de grifo, mucho calor en verano..
Bar con solera. Muy bonito y típico de Madrid. Agradable tomarte un vermut o vinito. Volveré.
Jesus María Módenes Fernández
+5
Un clásico, nunca defrauda... Una de las más bonitas tabernas de Madrid, de las de toda la vida. El vermú de grifo, excelente.
La taberna para ir a tomar un vermut por excelencia en Madrid. Lugar castizo histórico (se inauguró en 1908 y lo cogió Ángel Sierra en 1917), que conserva una preciosa decoración (con madera traída de Cuba y azulejos de Sevilla) y un ambiente de aperitivo que no decae. No tiene cocina, y las tapas que ofrece son más que nada para acompañar a las bebidas.
Castizo pero muy castizo olé madrid ❤️
Un clásico en Madrid, hay que tomar Vermú y por supuesto pasar un agradable rato conversando en su salón. Gran ambiente en barra como siempre, la terraza, en otoño, un lujo que con las lluvias tenderá a desaparecer. Volveremos.
Espectacular lugar lleno de historia, con un vermut riquísimo y cañas bien tiradas que queda deslucido por la antipatía del personal y las pocas ganas que ponen. Los canapés no pueden ser más simples, una rebanada de pan con el producto puesto encima, un canapé se desgana y con cero esmero. Lo podría hacer un niño... Una pena que en un sitio tan exquisito, el aspecto personal y la presentación se descuide...
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