Espectacular !!! Tenía muchas ganas de ir porque lo había visto en instagram y aproveché mi visita a Madrid para ir . Todo es precioso , desde la tienda que es muy curiosa la decoración y los artículos que venden hasta el restaurante que es un espectáculo de plantas verdes muy bien cuidadas . Las luces , las mesas , la presentación de los platos absolutamente todo está muy bien pensado y la atención de las camareras excelente . Optamos por el menú que está muy bien de precio y es variado . Hasta el cuarto de baño es bonito y estaba muy limpio
Es difícil elegir donde comer bien en Madrid por la gran variedad de restaurantes que existen, pero a mi me ha sorprendido muy gratamente por su conjunto. El invernadero, que se encuentra dentro de esta. Su decoración es muy adecuada al nombre a la vez que elegante y sin faltar un detalle, y por igual destaca su cuidado menaje. Muy profesionales y agradables. la comida muy buena, sobre todo los postres muy originales en su presentación y los cócteles.
Preciosa tienda, artículos con mucho gusto de piel. Tiene varias plantas.
Abajo del todo se encuentra la cafetería el invernadero. Muy bonito, decorado hasta el más mínimo detalle.
Los precios son bastante elevados.
La atención no fue muy buena.
Muy buena ubicación en la Gran vía madrileña.
Llegamos sin reserva para cenar y nos buscaron un lugar. Amables por esa parte. Pero luego los camareros que nos atendieron estaban como de mal humor se notaba la molestia porque nos tenían que explicar algunas cosas de los platos.
Muy buen lugar y muy buena comida.
Pero la atención no se si me hace querer volver.
Además de un entorno estupendo, la comida es bastante buena. Una carta pequeña pero de calidad en la comida.
La carta de vinos es algo pobre y bastante cara para el tipo de vinos que tienen en carta.
Lo menos agradable fue el ruido del local, con una música bastante alta que no acompaña a estar mucho tiempo.
Por lo demás, todo estupendo, incluyendo el trato del personal.
Salvador Bachiller es una tienda bonita en la Gran Vía, centro de Madrid. Entras y encuentras muchos objetos para la casa y bolsos de todos tipos, incluso los más creativos y extraños como uno con la forma de máquina fotográfica. Lo que no te esperas es que Bachiller tenga también una planta baja con uno de los bares más bonitos de toda la ciudad: El Invernadero. Es un ambiente muy fascinante, se parece mucho a un verdadero invernadero, con plantas verdes en todos los rincones y el típico estilo español-arabe en el techo y en el suelo. Muy interesantes los cócteles y bebidas, con sabores variados y peculiares y sobre todo con una presentación memorable: mi cóctel era dentro de una mini bola de discoteca que se movía en forma circular. Los camareros son cordiales y los precios siguen la particularidad del sitio. Totalmente aconsejable.
Ya conocíamos la bonita tienda -restaurante declarado calle Montera pero fue una agradable sorpresa encontrar esta otra tienda de la cadena el Gran Via, muy cerca de la Plaza de España. Nos encontramos con la sorpresa de que aquí también había una zona de cafetería restaurante, esta vez el el sótano donde se accede por una puerta que llaman Invernadero. Es un lugar extraordinariamente tranquilo y precisamente decorado con plantas naturales que cuidan con mimo. El lugar no puede ser más agradable para comer o tomar un café tranquilo a media tarde. Y mucho mejor cuando nos enteramos que tienen un estupendo menú del día a precio muy asequible. 14,95 euros. Nosotros nos tomamos unos cafés y, aparte de un inmejorable servicio, es estupendo la cantidad de detalles decorativos que acompañaron en la mesa. Un sitio ideal para una comida tranquila en plena Gran Vía. Muy, muy recomendable.
Es un lugar muy lindo, es como estar en un Invernadero que así se llama, y está dentro de la tienda, bajando.
Está bien para picar algo y tomarte un cóctel. No es nada económico, pero por el sitio y como se lo curran en la decoración de cada cóctel y cada plato, pues supongo que lo vale.
Un local decorado de manera Preciosa como un invernadero. Muy bien iluminado y lleno de espejos y plantas es visualmente impactante. Desde la bajada por la escalera al sótano todo es muy bonito. Las mesas no son muy grandes y a veces resultan un pelin incómodas, pero la cocina y el ambiente merecen la pena.
Supero nuestras expectativas por mucho. Un lugar muy elegante, agradable y con buena comida. Ideal para celebrar momentos especiales con familiares, amigos y pareja. Muy recomendable ir de lunes a jueves y probar el menú diario de mediodía.
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