andres jimenez reguera
+4
Restaurante acogedor, amplio entre comensales y limpio. Decoración agradable. Atención por parte del personal muy correcta y profesional. Es bueno dejarse aconsejar. Producto bueno. Totalmente recomendable. No sabéis decir que me gustó más y que todo estaba muy bueno. Gracias
Comida riquísima, se nota el mimo con el que la hacen, el ambiente ideal, un sitio pequeño muy agradable, el servicio a la altura del local y la comida.un sitio para repetir muchas veces, no muy caro, la botella de vino de Toro te sale por 14,50€. El agua te la ponen gratis. Una media de 30€ por persona. Riquísimas las empanadas y tienen postres caseros.
Buen servicio, admiten perros y siempre es de agradecer. Las empanadas sobre todo la de queso muy ricas. El fish and chips sabroso aunque los he comido bastante mejores. Bien en general
Estuve comiendo y sin duda fue una buena experiencia. La comida está muy buena y el trato de los empleados sobresaliente. Lo recomiendo mucho, volveré pronto.
Un local agradable situado entre Lavapies y Anton Martin. No se hace echo de ruidos y se puede conversar. Se sirven platos multinacionales fácil de elegir. Personal muy amable.
Mejor hacer la reserva.
Creo que habré dado 5 estrellas solo un par de veces antes, porque creo que la excelencia es prácticamente imposible; pero este restaurante es, con creces, de los mejores restaurantes que he visitado en mi vida.
Por la calidad humana, culinaria y espacial. La dueña, que también trabaja allí como camarera y regidora; es maravillosa. La comida sobresaliente (todos y cada uno de sus platos y postres son caseros hechos a mano y eso se nota). Y el espacio, de estilo vintage, está cuidado hasta el último detalle.
La tarta de queso con galleta oreo casera que me tome de postre es, con diferencia, la mejor tarta de queso que he probado nunca.
Solo tengo palabras de agradecimiento y sin duda, volveré. Porque “Porfiados” es de esos sitios que uno recomienda a gente que quiere de verdad 10/10.
Adjunto fotos 🍽️🍛
Es uno de los mejores restaurantes que he conocido.
El lugar es pequeño, sencillo pero muy agradable y acogedor.
La cocina excelente, cocina fresca, bien cocinada, con muy buen gusto.
Los postres sorprendentemente deliciosos.
El trato magnífico, los vinos también muy acertados.
La relación calidad precio muy buena.
Conseguir mesa no es fácil, conviene reservar con bastante antelación.
Y exigen puntualidad con la hora reservada.
Estuvimos cenando una noche de viernes en el restaurante 2 personas. El restaurante estaba lleno pero el ambiente era muy tranquilo y agradable. La decoración es de estilo vintage, con muebles, platos y demás objetos decorativos recuperados dándoles una segunda vida. La atención fue estupenda, muy amables y atentos en todo momento. La comida estaba deliciosa y el servicio fue rápido. De primero pedimos una milanesa, estaba exquisita, sobre todo la salsa de tomate. De segundo tomamos lubina con verduras y una burrata con fresones y pistachos, todo buenísimo y bien presentado. Por último, tarta de queso con arándanos (que se deshacía, como a mí me gusta) y crema de queso mascarpone con fresas. Todo sublime. Sin duda alguna, volveremos. Es una joya situada en una calle en la que no hay demasiados comercios.
Tienen opciones sin gluten. El trato fue muy agradable. El ambiente nos permitió disfrutar de una agradable conversación entre los comensales.
Encontré este restaurante en un artículo de El País y reservé porque me llamó mucho la atención.Fuimos ayer a cenar y nos gustò mucho el ambiente tranquilo.Los platos tienen un sabor muy rico,nos recomendó una ensalada fuera de carta con burrata y melocotón asado que estaba muy buena,los tacos “canta y no llores” estaban espectaculares y el fish and chips muy bueno también,la guinda fue la tarta de queso con arándanos que era una maravilla.Pedimos un vino por copas Ribera del Duero que se llama “El primer beso” muy bueno.Repetiremos seguro.
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