Desde hace tiempo que en publicaciones, eventos y redes sociales venia encontrándome con el nombre de una chef, “Aurora Torres”, y de un restaurante, “La Herradura”, por lo que, buscando el momento adecuado y por supuesto, asumiendo las restricciones en la Comunidad Valenciana con respecto al número de comensales posibles en una mesa y el horario de apertura, ya no me lo pensé más, cogí el teléfono y reservé mesa para el medio día.
Antes de acudir al restaurante, situado en la localidad de Los Montesinos, en el corazón de la Vega Baja del Segura, di una vuelta por su apetecible carta que encontré fácilmente en la web. Pude comprobar que esta era muy variada, teniendo en cuenta las intolerancias y alergias alimentarias, sobre todo en el caso de los celíacos, con gran cantidad de platos aptos.
Nuestra elección la teníamos decidida desde casa, somos muy de los arroces de nuestra tierra alicantina, del mar y de la huerta, por lo que elegimos uno que aunaba todos esos aspectos, “arroz con bogavante”, estrella principal de su menú arrocero. Este estaba compuesto de hogaza de pan casero con AOVE, tomate y alioli, tres entrantes, plato principal, en nuestro caso arroz, bebida, postre y café. Antes de empezar a degustar de estos apetecibles platos, nos pedimos una cerveza bien fría y unos encurtidos para ir abriendo boca.
Tras probar el estupendo pan casero, de primero nos sirvieron una ensalada de ventresca, de segundo carpaccio de gamba roja y ajos tiernos, y para finalizar los entrantes, unos canelones de morcilla. Estos tres entrantes fueron unos estupendos anfitriones de nuestro plato principal, arroz y bogavante, con un delicioso arroma a mar y ese toque tan autentico y de carácter que le imprime la ñora de Guardamar. Para acompañarlo, disfrutamos de una copa de vino que nos recomendó su jefe de sala, un blanco de rueda verdejo, resultando ser un complemento ideal, que resaltaba los sabores de nuestro arroz. Y como no, en todo restaurante que se precie, el postre no es un mero trámite, sino que también merece su protagonismo, pone la guinda final y es parte del recuerdo de sabores que se nos va a quedar grabados, así que elegimos entre las opciones posibles una riquísima y suave tarta de queso casera. A la hora de pedir la cuenta, nos invitaron a un licor gentileza de la casa.
Con todo lo que he expuesto, supongo que ya intuiréis que la experiencia fue altamente gratificante, deseando volver, en esa ocasión para cenar, cuando el horario de apertura lo permita, y poder disfrutar del espectáculo flamenco con el que amenizaban las noches antes del covid19.
No podéis dejar de acudir a Restaurante La Herradura y disfrutar de toda la gastronomía y buen saber hacer que atesora su chef Aurora Torres, con una inmejorable relación calidad/precio.
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