Estancia agradable y original!! Esta construida en una antigua bodega de las que aguantó el sitio de Logroño por lo franceses en el siglo XVI. Gastronómicamente es de lo mejor de Logroño. La calidad y selección de las viandas es inmejorable. Interesante carta de vinos y más interesantes los conocimi
Excelente! Las raciones generosas , la calidad buenísima. La carne del chuletón se deshacía en la boca como mantequilla . Una extensa carta de vinos de cuál el camarero te aconseja el que mejor se adapte a tus gustos y a la comida que estas tomando . El trato muy amable .
Ha sido una cena perfecta, nuestra hija tiene alergia al huevo y han sido muy atentos, le han preparado un entrecot y patatas en aceite limpio. Cocina exquisita y servicio impecable, educados y diligentes.
He ido en varias ocasiones y siempre mantienen la calidad y excelente trato al cliente. El chuletón el mejor que he probado. Carne muy jugosa, preparada al punto exacto. Una maravilla. Y postres muy bien elaborados.
Muy buena carne. Los camareros muy majos y amables. Probamos varios aperitivos y el entrecot q viene con un plato caliente para hacerte tu la carne como quieras. Todo un acierto. Volveremos
Excelentes carnes a la brasa, con cortes de vaca de mas de 6 años, mucho más sabroso que los habituales cortes de ternera. Relación calidad precio mas que aceptable. El jamón es fantástico.
Con entrante y bebida unos 20-30€ por persona.
Como consejo: Falta trabajo en el emplatado y mimo en la presen
Unos de los mejores restaurantes a lo que he ido a cenar en logroño. Muy rica la carne a la brasa y si tengo que ponerle una pega, son las patatas que acompañan a la carne, que son de bolsa (chips) y me las esperaba caseras. Excelente trato personal de los camareros.
Excelente chuleton para los carnivoros y para los que preferimos pescado recomiendo encarecidamente el bacalao con cocochas aunque toda la carta es buena. El servicio es muy bueno y la relacion calidad-precio excelente. Para repetir siempre.
La comida muy buena y auténtica. El servicio exexcelente, para repetir.
Estuve cenando el pasado viernes, y después de veintitantos años sigue siendo un referente de primera en el sector, pocos locales de hostelería duran lo que este. Por algo será y más después de aguantar el chaparrón que ha caído. Efectivamente Marino el chicharro no tenía espinas. No dudes que vol
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