Javier Gonzalez Rodriguez
+4
Un local moderno, bien decorado, con mucha luz y agradable. Ofrece menú del día y carta, probamos el menú, comida tradicional con toques modernos. En nuestro caso el chicharro salió un poco pasado pero el resto de platos muy bien. El precio muy coherente y con un servicio muy bueno.
Inteligente manejo de la luz en este diseño de interiores. Desde un patio al fondo del local y sustituyendo tabaquería al uso por ligeras celosías de perfiles, el tránsito de la luz por el restaurante es fluido y armónico. Combinando con la agradable paleta de colores beige, madera y cerámica clara.
Al margen del continente, la carta es variada en la oferta pero contenida en precio. Por apenas 14 eurilllos te das el gusto de una cocina casi de autor.
La única peguilla en el día de hoy es la dorada servida en bandeja de acero inoxidable, que si bien por un lado le resta presentación, por otro dificulta el manejo y limpieza del pescado en el recipiente: falta espacio donde ubicar los desperdicios.
Por lo demás, lugar agradable, muy céntrico, buen servicio y económico.
Para repetir.
( Así lo he hecho en ocasiones posteriores, y sigue con un buen nivel. La comida, con la puesta a punto de un local mucho más caro. Pero aquí a precios razonables. Perfecto 👌.)
Comida moderna muy buena por el precio que tiene. Pocos platos en el menu fin de semana pero muy ricos. Ibamos sin reserva y con una nena de 1 año y medio y la atencion no fue del todo buena. La camarera se porto super bien, pero la que mandaba en el local no nos facilito en absoluto un asiento seguro para la niña. Nos dejaron una trona de silla que no encajaba en la banqueta. La niña casi se cae. Todo por no dejarnos una silla de las mesas reservadas un momento. Lo demas muy bien. La atencion muy buena.
El local super centrico, en la calle portales, al lado de la catedral
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