Es un lugar algo especial. Las opciones del menú y de la carta son prácticamente las mismas. En fin de semana, el menú sale a 18€ y está bastante rico. Lo bueno del sitio: la variedad de vinos, déjate aconsejar. Saben mucho y te proveerán de cosas sorprendentes. Lo malo: pocas mesas bajas y te tienes que sentar en bancos altos, además de que el trato es tan cercano que con mucha gente hace que se pierda el encanto. Comimos bien, sin maravillarnos, pero he estado en otros eventos (catas) y sé que pueden dar mucho más. Me gusta el sitio y repetiré varias veces. Nos encantaron los puerros con ventresca.
Un sitio especial para los amantes del Vino. La cocina también está a gran altura. Ambiente desenfadado, con decoración de diseño pero no modernista. Al frente está Rubén, todo un personaje lleno de ilusión, sabiduría gastronómica y riojana simpatía. Bodega amplia con muchas referencias, donde el vino extranjero tiene un lugar importante. Abre solo jueves, viernes, sábados y domingos. Conviene reservar si quieres mesa.
Nosotros fuimos a probar su Premio del Público en el Concurso de Pinchos de La Rioja y disfrutamos de dos vinazos, uno de 2015 y el otro de 1970
Restaurante muy acogedor, el local está en el centro de Logroño aunque fuera de las aglomeraciones de la calle Laurel, cenamos el menú para grupos el sabado por la noche,y el servicio fue excelente, la comida toda deliciosa, tipica de la zona, con muy buena presentación y con toques vanguardistas. Los vinos que se sirven con el menú nos encantaron. Mención especial para la tarta de chocolate.
100% recomendado, relación calidad precio insuperable!
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