Hotel situado en Llivia junto a la frontera con Francia. Pasamos 2 noches en una habitación doble con nuestros dos hijos pequeños. Nos recomendaron coger esta habitación por que la cama es de 2m de ancho y podíamos dormir con uno de los peques en la cama y el otro en una cuna plegable.
El entorno está genial, muy verde. A destacar la terraza donde poder tomar algo. Hay un parque de madera en la parte trasera para los niños muy divertido y amplio.
La habitació tambien está muy bien, cama muy amplia de 2m. El lavabo completo.
En las cosas a mejorar, destacaría la falta de preocupación en el desayuno por poner alimentos sin gluten aún avisando hasta 2 veces en la reserva de que había una persona celíaca. Es bastante molesto no poder desayunar como todo el mundo (aunque pagues como todos) solo por que eres celíaco. Despues de la queja, al día siguiente ya habían productos sin gluten.
Un lugar sin duda recomendable tanto para ir en familia como con amigos. El servicio y la atencion al cliente impecable. La relacion calidad precio excelente. Los platos estan muy bien presentados y no hay demora entre ellos. A no perderse los postres!! Buenisimos. Este año se puede percibir que el nuevo personal del restaurante vela con ainco por satisfacer las necesidades de los clientes y lograr que estos se sientan comodos y puedan disfrutar de una buena comida en un entorno natural ofreciendo unas vistas como pocos lo pueden hacer. El nuevo proyecto de carta esta a punto de salir. Volveremos.
Lugar espectacular para ir con niños. Todo muy cuidado. Realmente encantador. La comida es correcta pero poco escasa y tiene poca variedad de platos. Pero creo que todo compensa por el encanto del local y sus exteriores
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