Sitio muy bonito y con mucho encanto, ideal para ir en verano, final de primavera o principio de otoño y poder bañarse en la piscina/lago natural que tienen en mitad de la montaña, en la Tramontana. Para bañarse los niños deben de ir acompañados y todo es bajo el riesgo y responsabilidad del propio usuario, ya que no hay socorrista. La comida está buena y aunque el precio no es barato, es un sitio que hay que visitar. Pedimos paletilla de cordero lechal, lechona y frito y bien, todos los platos estaban correctos. La próxima vez probaremos algún plato más ligero y quizás el cabrito y el otro cordero, a ver qué tal. Si se quiere ir en verano, hay que reservar en primavera porque si no imposible tener una mesa salvo cancelación. El resto del año está más fácil tener mesa de un día para otro. El sitio espectacular, la.experiencia merece la pena.
Es un deleite. Uno de los mejores lugares que mis sentidos han podido disfrutar. Mágico lugar desde que entras y vas bajando por el caminito (escaleras), te reciben gratamente y la atención del personal es muy buena, te hacen sentir a gusto. Hermoso y tranquilo lugar para comer deliciosamente y para disfrutar de un baño en su piscina natural, nada mejor que el contacto con la naturaleza, una buena comida y una copa de vino. Maravillosa experiencia para repetir. Gracias por la atención recibida.
Restaurante precioso en las montañas. Dentro del recinto tienen unas piscinas naturales preciosas, en las que no te puedes bañar (te lo avisan cuando haces la reserva) pero puedes disfrutar de las vistas. La atención del personal es muy buena. Entrantes mínimo 18€ cada uno, plato principal entre 20-30€ y postres a 8,50€… precios bastante elevados para lo que es la comida. Los postres se podrían mejorar bastante.
Lugar digno de visitar y descubrir. Realizar una visita a Lluc y a continuación comer en un lugar rodeado de naturaleza donde se respira un ambiente tranquilo y sosegado. La comida de muy buena calidad. Eso si, hay que ir con reserva confirmada.
Un restaurante muy bonito y espectacular para visitar con tu pareja, familia o celebrar una ocasión especial.
Como llegar: Quizá lo que menos me ha gustado, esta un poco retirado de Palma a unos 45 minutos. Puedes disfrutar del paseo y de los paisajes que son espectaculares. No es difícil llegar, pero recomiendo poner el gps en el ultimo tramo.
El lugar: es muy especial, muy bonito, lleno de vegetación, una piscina estilo natural donde te puedes bañar y con un ambiente muy natural y acogedor.
La atención: de 10, el camarero que nos atendió era muy majo y profesional, nos aconsejo en cuanto a la comida, y muy atento en todo momento para que no nos faltara nada.
El precio: no es barato, pero tampoco demasiado caro, no diría que es para ir todos los días, pero para celebrar una ocasión especial es una gran opción.
La comida:Muy buena, las croquetas en su punto muy ricas y el arroz brut muy rico, quizá no es el plato más adecuado en verano pero fue lo que comimos.
Muy satisfecho con la experiencia, repetiré en alguna ocasión especial, ya que es un sitio con un encanto particular.
Un lugar mágico, te sientes dentro de una película. El servicio atento, amable todo el momento. Pocos lugares en Mallorca te tratan tan bien y eso se agradece.
La comida no me gustó nada. Muy caro, pero pagas por el lugar y no por la comida.
Hemos tenido suerte y nos hemos bañado en esta maravilla de lago!!
Un día sin duda para no olvidar.
Restaurante de ensueño💫. Lo recomiendo totalmente ✨. El servicio súper amable y atento 💖. Precio unos 45€ por persona tomando entrantes, plato y postre, en principio no parece barato pero el precio es perfecto si tienes en cuenta que la comida es abundante, de calidad y es el restaurante con más encanto de toda la isla ✨ Recomiendo totalmente los postres sobretodo el helado vegano de chocolate y el biscuit glasé con albaricoques y chocolate 😋. Además tuvimos la oportunidad de bañarnos en el lago natural del restaurante, una maravilla!!! 💖💫✨
Viajeros de sangre verde
+5
Fuimos a celebrar nuestro aniversario de bodas y nos encantó el lugar.
En medio de la Tramuntana encuentras este oasis, rodeados de naturaleza.
El restaurante está genial, preciosas vistas, buen servicio y la comida muy buena.
Consejo: llamar con bastante antelación porque es complicado pillar mesa.
Después de comer puedes bajar a la zona de la piscina natural, tomarte una copa o un café, y darte un chapuzón. (El agua está fría, pero muy buena)
Si vas con carrito de bebé, ten en cuenta que para bajar hay escaleras, aunque los chicos del restaurante nos ayudaron para subir ❤️
Natalia Soriano Ramirez
+5
Es un sitio precioso, muy bien ambientado y muy tranquilo. Reservamos unos días antes y fenomenal. Nos pedimos unas croquetas de pollo y jamón que estaban riquísimas y luego para compartir un escalope de pollo que estaba muy jugoso y unas chuletitas de cordero que están buenísimas. Para terminar, de postre nos pedimos la copa de brownie y estaba también riquísimo. 100% recomendable. Además la camarera que nos atendió fue majisima.
El camino es un poco cansado con tanta curva, ciclistas y cabras (hay que tener un cuidado que alucinas) pero merece la pena muchísimo! Nosotros cuando volvamos lo tenemos como parada obligatoria!
Un lugar mágico que sin duda hay que visitar si visitas la sierra de Tramontana. El único pero, la variedad en carnes y pescados, pero comida la comida tiene gran calidad y el personal da una atención inmejorable.
El restaurante está en un entorno idílico y tiene un lago natural que hace que, a nivel visual, sea un imprescindible de la isla. Además, podrás hacer uso del lago natural, que es impresionante visualmente.
La carta es pequeña, pero con platos bien preparados, con buena calidad, ricos y con buena presentación.
Los camareros nos dieron una atención perfecta. No se puede pedir más en este aspecto.
La ubicación es en la sierra de Tramontana, así que para llegar te espera una carretera con curvas, pero lo suplen las geniales vistas.
El lago natural es genial y hace mágico al lugar, simplemente increíble.
En definitiva, un restaurante que no te puedes perder si tu presupuesto lo permite.
Fuimos aquí para celebrar el Santo de mi madre y lo pasamos genial. Es un sitio precioso con una piscina color turquesa muy bonita, pudimos bañarnos. Nos trataron muy bien, los camareros eran super amables. Y la comida también buenísima, pedimos cordero al horno, entrecot angus irlandés y costillas de cordero. De postre helado de chocolate, de almendras y el biscuit glacé de albaricoques con chocolate. No era nada barato pero hay que tener en cuenta que parte del precio es por el sitio tan bonito.
Lo recomiendo
Desgraciadamente no había agua en la piscina natural, con motivo de las recientes lluvias estaba completamente llena de tierra y tuvieron que vaciarla, respectó la comida bien, cantidades grandes, las croquetas mejorables, la lechona un 10, el gato muy bueno pero los trozos de almendras un poco grandes. Teníamos una reserva con 3 semanas de antelación (14:00) y con motivo de lluvia nos quisieron poner en una habitación apartada habiendo mesas en la sala vacías con un cartel de reservado las cuales no se llenaron. El ambiente en terraza muy especial rodeado de naturaleza. Volveremos.
Lugar encantador. Reservamos mesa llamando por teléfono, muy buena atención. Pedimos ensalada caliente de queso de cabra, pato confitado y croquetas. Bebimos una botella de agua grande, una cerveza y un café. En total fue 76€. Muy muy rico todo. Una vez allí nos dimos cuenta que también puedes acceder para tomar algo en la terraza con las vistas sin necesidad de comer. También podías bañarte
Un rincón de la sierra de tramuntana con mucho encanto! El lugar está especialmente bien decorado, al detalle, la iluminacion, el mobiliario...y guarda pequeños rincones mágicos y entrañables.
La atención fue muy buena por parte de la mayoría de los camareros, quizá por la edad o la apariencia, al inicio me sentí un pelín incómoda con la primera persona que nos atendió. Hay que tener en cuenta que tampoco teníamos muy clara la vestimenta que podría ser adecuada para un lugar en el que te puedes bañar, eso sí 30 min antes o después de tu reserva.
El entorno es agradable, si vas te recomiendo, aunque lleves debajo un bañador, no descuidar tu vestimenta, ya que no encajarías con el ambiente.
La carta es cortita, es cierto que ofrece poca variedad, pero todo lo que pedimos era de muy buena calidad y estaba buenísimo. Postres caseros.
Al final de nuestra visita nos pudimos dar un baño en el precioso lago y tuvimos la oportunidad de hablar un poco con el hijo del dueño que nos atendió muy amablemente, muy cercano y agradable.
Sin duda es un bonito lugar para visitar, eso sí, si eres de fácil mareo como yo prepárate para el camino 😅
Merece la pena totalmente la visita por todos los aspectos. El ambiente, entre campestre y sofisticado, con música agradable de fondo, la decoración muy acertada, con varios ambientes: uno más cercano a la piscina natural más desenfadado como para copas, otra intermedio al aire libre y otro interior con un ambiente más cálido. La atención fue espectacular, nos atendieron varias personas ( hasta 4) y todos agradables, atentos; hubo tardanza en algún plato y se disculparon con behemencia y asumiendo desliz sin que hubiéramos mostrado desagrado. La comida de una calidad buenísima, nos sorprendió para bien, tomamos croquetas de ibérico, cecina de wagu, arroz caldoso...El arroz pese a ser un guiso particular, picante y exotico por las especias, no dejó indiferente a ningún comensal, estaba realmente bueno. La piscina natural es un plus, convierte el lugar en un oasis de montaña. Se advierte que el baño es bajo la responsabilidad del usuario, ya que no cuenta con socorrista, y los menores deben estar acompañados; además el agua es bastante fresca, ya que es de la montaña, pero es una experiencia que hay que probar. Idílico. Muy recomendable. Cuenta con parking. El precio fue de 40€ comensal, con varias bebidas por persona y postres.
Hemos estado hoy y realmente ha sido espectacular todo: el lugar, la atención de todo el personal y la comida. El personal ha estado atento en todo momento, muy educados y logrando un ambiente perfecto. El servicio nos ha sorprendido por su rapidez y estaba delicioso. Pedimos Cabrit y Confit de Pato. Lo recomiendo y seguro que volveremos. Gracias!
Sitio encantador, vistas a la piscina natural increíbles, comimos frito mallorquín, ensalada templada que queso de cabra y un entrecot, todo para compartir mi pareja y yo, una caña, un refresco y una botella de vino mallorquín, la cuenta fueron 120 euros, buena calidad en la comida, precio un poco alto, pero merece la pena visitar sitio y darse un baño!! Importante reservar temprano ya que cierran a las 17, para tener tiempo de darse un baño!!
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