Primero comento el hotel, es un hotel correcto, de acorde con su categoría, está en un sitio de playa, bien ubicado, en algunas habitaciones hay vista al mar, que eso siempre es de agradecer.
Oficialmente no hay parking, aunque se puede aparcar en batería delante del hotel y hay un descampado a unos metros, aunque en verano no sé cómo estará este tema.
Es un hotel limpio, de gestión familiar y trato cordial con los clientes, está mantenido con las instalaciones en buen estado.
En las habitaciones se oye al huésped de al lado, tanto en la habitación, como en el baño, la decoración es mínima, pero funcional, el colchón creo que necesita una jubilación y la ropa de cama y las toallas, son correctas, únicamente correctas.
Se escucha levemente a la gente del restaurante, imagino que en temporada alta, con ocupación total los ruidos aumentarán, pero eso casi inevitable.
Comentar que tienen aire acondicionado en las habitaciones, puede parecer una tontería, pero es de agradecer, sobre todo en verano.
El desayuno es adecuado, una bandeja en mesa con bollería, fruta, yogurt y mermelada, con mesa auxiliar con un zumo, agua, café, infusiones, cereales y una opción de un bocadillo ya preparado; se puede optar a platos calientes pagando un suplemento.
Siempre he pensado que los buffets de desayuno se debe de desperdiciar mucha comida, aquí incluiría al menos un tipo de zumo más como alternativa, quizás una tortilla de patatas, algún pastel o bizcocho artesano y si los platos calientes tienen suplemento lo mismo subiendo el precio de la habitación se podría compensar, aunque teniendo en cuenta la categoría del hotel, el desayuno con sinceridad está bien.
Yo he estado a gusto, aunque realmente he estado todo el día fuera, he ido a dormir.
Comentar por ejemplo que no sabía que tienen una zona de bar, con unos sofás al lado de una chimenea, lo que es una zona polivante, para leer, tomar algo, hablar con amigos, yo salía a media tarde a tomar algo a otros establecimientos, hay que hacer una breve presentación de los servicios del hotel a los huéspedes al registrarse, imagino que se les pasaría en mi caso.
El restaurante es excepcional, muy por encima del hotel, con sinceridad es un sitio de Estrella Michelin, sin duda alguna, he ido a unos cuantos y sé de qué hablo, está muy bien, las mesas son grandes, están bien espaciadas entre los comensales, tienen varios menús, el servicio es profesional, los platos están muy bien presentados, muy bien elaborados con productos de calidad, tienen una buena oferta de pan, con sus magdalenas de queso como algo propio, la bodega está muy bien, de dimensiones pequeñas, pero con buenos caldos.
Este restaurante en conjunto es para no perdérselo, es una referencia para repetir sin duda y pienso que en breve aumentará su status y sus precios.
La oferta de la Costa Brava es muy amplia, el hotel está en la media de precio calidad, su punto fuerte sin duda es su restaurante, yo fui por eso y posiblemente vuelva.
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