Miguel Ángel Álvarez Ramos
+4
Buena calidad en la elaboración de los platos. El menú es aconsejable por la variedad y rapidez. Además si tienes ya unos añitos es un buen lugar para recordar los juguetes de la infancia ya que el comedor tiene decoración con juguetes antiguos. Lugar recomendable si visitas el pueblo.
La ventana estaba abierta además del aire acondicionado y se llenó de moscas.
La comida normal, aunque el hojaldre de pera y pato estaba muy bueno.
La decoración te lleva a recuerdos de la infancia y hace amena la comida.
Los empleados amables. Fin de semana menú 22€
Fuimos a comer sin reserva y pedimos una mesa dentro para ver todos los juguetes que decoran el restaurante y son una pasada, vale la pena ir por la experiencia, pero se paga más lo bonito que es que por la comida, es bastante normal. Pedimos rabas, buenísimas y albóndigas con patatas, poco destacable. Pedimos dos tartas para degustar distintas pero las porciones me resultaron demasiado grandes, no pudimos terminarlas y fue una pena desperdiciar parte de ellas.
La atención fue muy buena y los baños estaban muy limpios.
Pagamos alrededor de 20€ por cabeza.
Menú de fin de semana 22€, al ser en terraza 23. La comida no está mal, la carne y el pescado (rape) bien cocinados, aunque con patatas fritas blandas. Los primeros eran ensalada de jamón "ibérico" y paté y el otro era patés variados ( no estaban mal). Los postres eran unos pedazos de tarta imponentes muy ricas. El servicio muy joven pero muy profesional. Lo único verdaderamente desastroso era que no funcionase los baños y hubiera que subir a un único baño que debía ser del personal, un poco caos con la cantidad de gente que había.
Original restaurante con multitud de juguetes de épocas pasadas que muchos añoraran ambientando las paredes. Muy buena comida casera y personal muy atento y amable. Disponen de menú del día y de carta (aquí hay opciones vegetarianas y/o veganas). No disponen de aparcamiento propio, debes aparcar por cercanías (gratis).
Ideal para ir con niños, si el clima lo permite, comer en la terraza está de diez. Hay un espacio donde pueden jugar de forma segura.
La atención por parte del camarero, excelente, impecable. Muy amable y competente.
El menú infantil perfecto. Rico y cantidad suficiente. Croquetas caseras.
El menú de fin de semana, muy recomendable. Calidad y precio bien. Opciones interesantes para elegir, propuestas originales y los postres espectaculares.
Carta muy completa.
La decoración del comedor interior, cómo un auténtico museo del Juguete. Merece la pena echar un vistazo.
Hemos cenado 4 personas en la terraza y la noche ha acompañado mucho, la comida buena y con preparación, lo mejor los crepes de rape y gambas (Gepetos) y la crema pasiega. El servicio de camareros muy agradable. No le doy 5 estrellas por tardar demasiado en traer la cecina que es un plato frío y traer antes las patatas goliat, entre los dos platos más de 10 minutos. Y por el precio excesivo de 4 trozos de pan literalmente, 2,60€. No lo hemos visto en la carta.
Fantástico restaurante en el centro de Liérganes. Probamos el tres en raya, y a destacar los nachos rellenos, una de las cosas más buenas que he probado últimamente. Las hamburguesas estaban buenísimas, la carne muy tierna y de calidad y las patatas caseras, algo que se agradece. El postre, crema pasiega, una barbaridad lo buena que estaba. Destaco también el local, original, con juguetes de colección, muy bien decorado. El personal muy atento, agradable y rápido. El precio más que ajustado, así que un 5/5.
Restaurante con decoración peculiar y diferente a lo normal. La decoración es de juguetes antiguos como bien indica el nombre del restaurante.
La comida es casera y muy rica, mención especial a las hamburguesas dónde los ingredientes están dentro de la propia carne picada, como siempre digo, si a una hamburguesa no hay que echarle salsas por encima es que la hamburguesa está sabrosa.
También pedimos un plato de albóndigas con patatas fritas muy ricas y flan de café buenísimo.
Recomendable para aquí por su calidad y precio.
Hemos comido menú, los pates exquisitos, la ensalada de quinoa, aguacate, mango muy buena, segundos entrecot y bacalao riquísimos, los quesos que pedimos a parte del menú y un vermuts blanco espectacular y ya el café una sorpresa cómo nos gusta solo corto y con sabor. Los postres caseros y el precio justo. Nos llevamos un buen recuerdo.
Comimos el menú del día y nos gustó mucho. El salón era muy bonito y decorado al detalle. Personal muy amable y atento.
Enrique Rodriguez-Porrero Miret
+4
Actualizo mi reseña con algunos cambios sugeridos por el restaurante y pido disculpas por los pequeños errores.
Un buen sitio en el bonito pueblo de Liérganes con una espléndida terraza arriba que crea un estupendo ambiente.
Cuando el tiempo no acompaña , tiene además un comedor interior con bastantes mesas.
La carta es amplia y típica de restaurante merendero, es decir, además de los platos que puedan ser típicos de la tierra, rabas, bocartes solo en menú algunos días y otros, figuran hamburguesas, bocadillos, platos combinados con huevos, ensaladas, pero también, carne de vaca vieja fileteada, tiras de pollo, etc.
Es una cocina sencilla y típica de la
zona, raciones generosas y precios contenidos.
Nada que objetar.
La carta se vinos corta con aunque suficiente con opciones en tintos de Rioja, Ribera y algunos de Cantabria y otras opciones en blanco como Ribeiro, Verdejo e incluso algún Cava/Champagne.
Varias cervezas de barril y botella.
El servicio se esmera, suele estar bastante lleno en temporada estival, para atender lo más rápido posible y la cocina funciona muy bien y rápido.
Como he comentado, un buen lugar para comer y preferiblemente cenar en la magnífica terraza.
Precios más que razonables.
La hamburguesa que más me recuerda mi infancia. Y no lo digo por los juguetes... Sino por la calidad y la simplicidad de los productos. Por fin una hamburguesa con pan que no se parece a un pastel, con carne saborosa sin necesidad de salsas ketchup, y patatas fritas caseras.
Laura Rodriguez Hernandez
+5
Pedimos el menú del fin de semana y estaba todo muy rico, además los platos tenían bastante cantidad. El precio fue razonable. Está ubicado en un precioso pueblito y es muy recomendable.
Muy bonito ❤️😍😍 , precioso decorado, las croquetas variadas buenísimas , las hamburguesas super ricas y los postres caseros increíbles.
Genial, nos ha encantado el menú del día, cocido lebaniego y entrecot. Gran servicio y muy amables.
Comida muy buena, me pedi un cocido montañés, para cenar, cosa que no tenían en carta, por ser pesado por la noche, pero me lo hicieron (bajo mi responsabilidad 😅). A parte el local es curioso con todos los juguetes. Y el personal muy atento y educado, sobretodo un xaval joven y moreno, muy simpático él.
Sin duda, lo mejor es la decoración. Muy original con juguetes antiguos.
La comida bastante bien. Opciones que es fácil que encajen a pequeños y mayores.
Trato y comida excelente, hemos ido dos veces y todo genial. Tienen un salón apartado en el que pueden entrar los perros. Buen precio en las hamburguesas.
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