Puedo hablar bien o muy bien de diferentes restaurantes, pero luego, por encima del resto está esta maravilla de local en un pueblo de los más bonitos de Gipuzkoa, la exquisitez sobre el plato, el saber estar, la calidad.... y luego, por encima de todas estas cosas, Begoña, entrañable, cariñosa, elegante, profesional.
Hemos ido, creo recordar que 5 veces, volveremos siempre que podamos.
Gracias por existir y hacer las cosas tan bien
Restaurante con un comedor pequeño por lo que conviene reservar. Hay mesas fuera por lo que al reservar conviene aclarar si se desea comer fuera o dentro. Es un pueblo pequeño por lo que tampoco hay mucho espacio para aparcar. No creo que esté adaptado para personas con dificultades de movilidad. Comida tradicional vasca, suelen tener buen producto y todo está bueno en general. Hay una camarera bastante amable y otra no tanto. Los precios no están en la carta, creo que eso tienen que cambiarlo sí o sí.
Cocina casera de alto nivel, hay que probarlo no os vais a arrepentir. Conviene reservar porque es pequeño, muy buen trato de las propietarias .El único però que puedo poner es que no tienen publicado el precio, comimos alubias rojas con sacramentos, garbanzos con rape y almejas..te traen las ollas y puedes repetir, manitas de cerdo desguesadas, chipirones a la
plancha,tarta de queso, sorbete de mandarina vino, agua y café y nos cobraran 50€ por persona
Restaurante muy bueno regentado presumiblemente por m dueña, que nos cuido mucho. La comida de unas calidades máximas, yo Me comí una chuleta y por poco no me como otra de lo buena que estaba. También probamos unas verduras rebozadas que están riquísimas con unas croquetas caseras variadas También probamos unas alubias con chipirones que estaban increíbles!!! La tarta de queso en esta zona es un clásico, de gusto fuerte si te gusta el queso probadla!! No son como las americanas que solo saben a mantequilla! Si pasáis cerca NO LO DUDÉIS
un polizon en mi maleta
+4
He venido un día festivo a comer. La comida es sobresaliente, pero no lo valoro con cinco estrellas porque no me parece bien no saber lo que voy a pagar. La carta tenía los precios tachados y no sabía si estaba comiendo a la carta o un menú festivo. Por el ticket supe que era un menú de 45 € con bebida aparte.
Nos dejamos asesorar por la propietaria porque íbamos con prisa y fue un acierto. Solo con el cocido de rape ya podríamos habernos llenado. Las croquetas mixtas con tempura muy buenas, en especial las de jamón. Un poco más caro de lo normal pero nos fuimos llenisimos. Volveremos a probar los postres porque no nos entraban. El sitio, una placita del pequeño pueblo de Salinas de Lenitz, también es bonito.
Me recomendaron el sitio e iba con al intriga...
Efectivamente merece lo que vale, por el trato exquisito, la comida deliciosa y el ambiente familiar. Sin duda hay que volver y repetir!!
En Euskadi siempre me da la sensación de que en casi cualquier mesón de cualquier pueblo vas a comer muy bien. Pero este es de los que me guardo para repetir. Carta con cuchara, guisos, pescados y carnes. Tomamos sopa de pescado, garbanzos con rape y almejas, merluza rellena y un postre muy sorprendente: Fresas con pimienta verde. Todo estaba sabrosísimo, elaboración perfecta, fino, calidad... Nos sirvieron todo para compartir como queríamos, en su terraza cubierta que es muy acogedora. La carta no tenía precios, sino que nos cobraron "Comida x2". Algo inusual pero que nos pareció gracioso. Pides lo que te apetece comer, y te cobran por darte de comer, una cantidad razonable en relación a la calidad del lugar, servicio y comida. Repetiré y recomiendo totalmente.
Restaurante pequeño pero muy acogedor, necesario reservar. Estuvimos en la terraza y encantados. Decoración de la mesa preciosa y la comida espectacular, pedimos unas croquetas con una cerveza y un mosto, unos garbanzos con rape y almejas, una merluza rellena, unas cocochas al pil pil, unas manitas de ministro y de postre una panchineta y una tarta de manzana. A excepción de la tarta de manzana estaba todo espectacular, calentito y un plato generoso. El postre más escaso y menos apetitoso.
Todo esto fueron 120 euros con una jarra de agua abundante en la mesa. No especifican lo que vale cada plato pero me pareció un precio justo. Con muchas ganas de volver porque si lo que comimos estaba espectacular lo que vimos pasar para otra mesas también lo parecía.
FANTASTICO.
Un sitio de comida tradicional con muy alto nivel. La carta no tiene precios. A nosotros nos cobraron 53 euros por comida con dos copas de vino incluidas. Nos oyeron que íbamos a compartir los primeros y nos trajeron las colas de cigalas en 2 platos y luego el puchero hasta arriba de pochas con chipirones.
Todo exquisito.
Restaurante espectacular.
Llegamos tarde por retraso en el viaje y nos esperaron y prepararon una comida genial.
Además las dos trabajadoras que nos atendieron fueron realmente agradables.
Volveremos a tomar lo mismo pero sin prisa y con vino.
Espectacular! Platos preparados con mimo, delicadeza, sabrosísimos y una atención al detalle excelente y con la máxima elegancia. Me ha sorprendido. Nos han puesto muy fácil q pudieramos probar varios platos ya que nos resultaba dificil elegir entre tanto tan bueno. Para repetir y recomendar sin dudar!!
Muy acogedor, servicio muy profesional,situado en un rinconcito del pueblo. ( Salinas de leniz ) perfecto para comer en familia o cuadrilla.muy muy recomendable.
Si estas cerca de Vitoria vale la pena recorrer unos kilometros y comer en este sitio, la atención es esmerada, la amabilidad y la paciencia son espectaculares.
Hay que ir con hambre porque los platos son generosos y hacer el viaje para comer ahi y que dejes comida no vale la pena.
Cuando no es temporada alta esta un poco solo el sitio y el pueblo en general.
Comida casera
Platos de cuchara espectaculares. Recomendable el arroz con bogavante y las pochas.
Hay que ir con hambre, ya que una de las cosas que distingue y hace único al local, es la posibilidad de probar los platos de los demás comensales.
Vicente González Romero
+5
Estupendo lugar, estupendo restaurante, productos estupendos y fogones estupendos tambien (en consonancia con todo lo que nos rodeaba). Y muy amables en el trato.
No se cuando, pero volveremos. Nos ha encantado 👍🙂
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