Comida casera, sencilla y sabrosísima. Perfecto para después de visitar el molino del infierno, ya que desde ahí mismo sale un camino para poder hacer la ruta (muy asequible).
Nos atendieron como en casa y pudimos estar con nuestra perra en la terraza. Buenísimo todo lo que pedimos: txistorra, croquetas, revuelto de setas, truchas, cuajada artesana y flan. El precio, espectacular.
Lo que más me llamó la atención fueron las alubias rojas, en un sitio así (rural) esperaba unas alubias con todos sus sacramentos o al menos con alguno ya que eran alubias con alubias, es más con un mini trozo de patata cocida, el paté muy rico pero para mí ver una ración un tanto escasa, la sopa de cocido muy suave, los segundos estaban muy bien hechos y muy ricos, pedimos el solomillo y las truchas y la verdad que muy bueno. Algo que valoro mucho son las PATATAS CASERAS. El entorno da gusto.
En un entorno mayestático como el Baztan, este restaurante familiar ofrece al caminante, comida casera; entre otros, trucha, pollo, cuajada y platos justos para su precio. A pie de camino de la senda del molino del Infernuko, propiedad del establecimiento. Dispone de aparcamiento asfaltado y de grava.
La mujer que lleva el lugar es maravillosa, la comida casera y muy buena, el paté, impresionante. Recomendación, llevad efectivo, hay muy mala señal allí arriba y las tarjetas funcionan fatal.
Jose Manuel Martinez de la Fuente
+5
Un lugar increíble en el que comer y luego visitar el molino cercano. Muy recomendable tanto por la comida por el trato familiar y cercano.
Buen sitio para pasar una tarde, comida casera hay un paseo junto a la casa que siguiendo el río te lleva a un molino antiguo. Bien para ir en familia.
Simplemente brutal ... La comida excelente, todo muy bueno y a buen precio. El trato y la amabilidad de la gente, como todo en la zona, super cercanos y muy amables. Eso sí, la carretera para llegar un poema de curvas, pero vale la pena ir.... Repetiria són dudar
Sheila Martínez Villanova
+5
Hicimos una excursión hasta el molino y qué mejor opción para reponer fuerzas que una comida aquí. El sitio es precioso, rodeado de naturaleza y la terraza es una maravilla. Todos los platos son caseros y eso se nota, además los precios son muy coherentes. La materia prima es de primera calidad y más fresca imposible, cuando pedimos trucha vimos cómo iban a pescarlas. Además la atención es muy amable. Un placer, volveremos!
![5]( "Recensione")
Da gusto cuando te dicen vamos a tal sitio que se come muy bien, y cuando llegas ya te sorprende lo perdido que estas en la naturaleza jejeje el entorno, el Restaurante tan bonito, la atención buenísima y la calidad, sabor y lo rica que esta la comida. Te dices Waoooooo es para repetir una y mil veces más....comimos la ensalada templada deliciosa, pimientos rellenos, que ricos...los postres buenísimo; pero sin duda lo que más me gustó fue el Cordero al Chilindrón, madre mía me chupé los dedos de lo bueno que está! volveremos porque también nos falta probar la trucha ya que tienen su propia piscifactoría y según nos comentan esta riquísima como la hacen. A volver y que sea pronto🤤🤤
Y el dato curioso es que para hacer que la comida te repose jeje ya desde el Restaurante te vas a caminar por el sendero que lleva hasta el Molino del infierno tranquilamente y acabas pasando un día de lujo. También el ir con niñ@s es un acierto ya que hay animales y se lo pueden pasar de lujo, correr y jugar en el prado y hasta jugar con las Ovejas que están al aire libre👌🏽
Otra vez hemos vuelto y estupendo como siempre. La trucha, el Cordero y las Croquetas riquísimas.
Estaba todo muy rico, a destacar las truchas que son su especialidad, estaban perfectas. Buen producto y cantidad generosa. Precio correcto: comimos tres personas por 68 eur.
El queso del postre era casero y estaba increíble, así como la cuajada (la mejor que he comido, casera y original).
La ubicación es complicada para llegar, pero vale la pena la experiencia conjunta de comer en la Borda y hacer el paseo al Infernuko Errota.
No le doy 5 estrellas porque no tenían algunos platos y las croquetas no parecían caseras.
Muy buen servicio y atención del comedor.
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