Hemos estado cenando un viernes de finales de octubre, una pareja sin reserva, pedimos 1 menú combo para compartir con nachos y 6 tacos a elegir.
Los nachos espectaculares, caseros y perfectos de condimentos, tanto de cantidad como de calidad.
Tacos pedimos 6 variados que estaban bastante buenos.
Situado en el centro de laredo, en un callejón con mucho ambiente y restauración, el restaurante en sí, es bastante pequeño lo cuál recomiendo o reservar, o ir temprano ya que cuando se llena , al tener una cocina muy pequeña tardan bastante en atenderte.
Local con decoración mexicana buena, bastante agradable.
El servicio, de primeras tardó bastante en tomarnos nota y después, nos explicó que era por que al ser una cocina pequeña había que tener paciencia, las camareras son muy agradables y aconsejan bien.
Respecto a la comida, pedimos unos tacos y unos jalapeños rellenos y nos aconsejaron que pudiéramos algo más ya que quedaríamos con hambre, así qué pedimos una quesadilla de cerdo.
Los tacos estaban buenos, aunque la masa un poco pasada, los jalapeños rellenos fueron mis favoritos, son bastante picantes así que si no estás acostumbrado al picante mejor que no lo pidas, la quesadilla estaba buena pero le faltaba algo mas de cantidad.
Nos trajeron la cuenta del tirón nada mas retirar los platos y no pudimos pedir postres.
Buen mexicano en Laredo. Comida casera y rica. Dos "peros": el primero es que cogimos dos tacos y nos parecieron pequeños y elevados de precio. El segundo es que no tenian postres como anunciaba el menú y, claro, después de la comida picante se agradecería un helado para bajarlo un poco. Los nachos muy ricos y buena cantidad, las enchiladas (en la foto) también ricas. Volveremos.
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