Le doy 5 estrellas porque la comida era casera, la atención fue muy buena, mucho respeto al turista y muy atentos, y el precio era barato. No es un restaurante gourmet pero es todo lo que se puede pedir a un pueblo pequeño en el que parar a comer si te pilla en ruta. El cocido montañés y el pollo asado muy ricos.
La verdad que buenísimo todo, nos encantó. Comida casera, de fuego lento y en buena cantidad. El pollo con salsa de uvas pasas fue lo mejor de nuestro viaje, no digo más.
Menú de finde 16€.
Restaurante familiar y acogedor con un menú diario tradicional y abundante y un trato inmejorable. Veníamos de hacer la ruta de la senda mitológica y el mirador de Santa Catalina (no os la perdáis) y paramos a comer porque nos quedaba en ruta. De primero, platos de cuchara como la menestra y el cocido de garbanzos. ¡Para mojar pan! Ración muy generosa de pan de hogaza riquísimo. De segundo, las carrilleras en salsa con patatas fritas caseras son espectaculares, así como los postres, también caseros. Parada obligatoria si os pilla por la zona.
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