Creo que puedo decir que ha sido mi mejor comida en la Palma. Es una chica Holandesa que te trata como si fueras un amigo a comer a casa. La comida espectacular con productos que cultiva ella BUENÍSIMOS hasta la lechuga de la ensalada estaba espectacular! Lo único que no me gustó fue el postre que era comprado y no hecho, que podría haber avisado, después del primer plato y del Segundo pues mis expectativas estaban altísimas y cuando lo probé fue un chasco!
Súper recomendable! Tenía menú del día con 3 platos (gazpacho de guisantes, pasta al pesto y ensalada) y postre buenísimo, ella muy simpática y atenta.
Vistas al mar o a los bancales de plantaciones del pueblo preciosas.
Recomiendo aparcar llegando al pueblo al lado de los contenedores, es imposible aparcar en el pueblo y una vez abajo dar la vuelta para salir muy complicado.
Restaurante muy tranquilo que solo abre fines de semana. Tranquilo y pocas mesas. Precios normales. Ensalada cara. Camarera/cocinera muy agradable. Mix de tapas rico.
Un bar agradable en un pequeño pueblo
Muchas opciones vegetarianas y no vegetarianas muy ricas.
Si eres vegetariano comerás mejor aquí que en muchos lugares de la isla. Increíble pero cierto.
Cervezas y vino espectaculares. Anfitriona muy amable. Vale la pena parar por una tapa y una copa después de una buena caminata por los caminos de la costa.
Es un bar muy tranquilo en un lugar encantador. Comida vegetariana con productos ecológicos propios. La persona que nos atendió fue majísima, nos atendió a la perfección y después nos recomendó una ruta sencillita para bajar la comida. Recomendable si estás por la zona. Antes de ir mirar si está abierto porque suele abrir los fines de semana.
En este pequeño restaurante sentirás como si una amiga te invitara a comer a su casa. La atención y el cariño con el que te dan de comer no lo encontrarás en caso ningún restaurante. La verdadera comida "casera" y hecha sin prisas es la que podrás probar aquí. Todo lo que comimos estaba riquísimo, y no menos importante, nos sentó estupendamente, en un día lluvioso de enero.
Alejandro Escribano Villagrasa
+5
Lo que en su día fue una pequeña tienda donde tomar un helado o un refresco tras el paseo por el norte salvaje... Hoy un pequeño establecimiento - bar que atiende a los caminantes que se aventuran a subir al tablado. Lugar precioso. Una parada obligada. Recuerdos a Doña Rosa.
Increíble su queso, aquí os dejo la muestra. El mirador del pueblo espectacular. Pueblo con mucho encanto
Una maravilla comer en este lugar, lleno de encanto, alimentos deliciosos y atención esquisita. Desde luego la magia que tiene el lugar es gracias a la chica que lo lleva y eso se nota en la comida. Cada vez que vengo a la Palma visita segura, un 10 por todo. Muy agradecida de poder disfrutar en un lugar con tanto encanto.
Francisco Javier Hilera
+5
Pequeño, acogedor, productos de calidad.
Buen servicio.
Imprescindible visitar, tiene un ambiente tranquilo, con mobiliario y utensilios de otra época.
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