Ubicado en la Plaza Fariñas, este restaurante italiano nos ofrece la típica carta compuesta por antipasti, rissotti, ensaladas, pasta y pizza. Acudimos para cenar y ocupamos una mesa en la agradable terraza exterior, optando por mozzarella fior di latte con tomate y albahaca y spaghetti carbonara. Con dos cannolli y un tiramisú de postres y dos refrescos y una pinta de cerveza, la cuenta sumó 46,50 € para dos personas. Buena atención y muy buena calidad; sin embargo, los platos nos parecieron pequeños, y los postres demasiado caros, creo que alrededor de 6,50 € cada uno. Veo que tiene muy buena puntuación y no quiero bajársela, así que voy a ser generoso, pero le doy cuatro puntos raspando.
Cada vez que vamos más nos gusta.
Comida elaborada, nada industrial, pastas inmejorables, pizzas inmejorables, un mundo de sabores.
Cómo nota negativa debo decir que algunos platos vienen cortitos en cantidades.
Buenos precios.
Creo que es el mejor restaurante italiano de la comarca.. un servicio inmejorable camareros muy atentos y simpáticos .. productos de calidad.. pizzas bien condimentadas, las pastas con sabores increíbles y las raciones son generosas.. recomendable 100x100
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