Es un restaurante pequeñito, pero muy bien decorado.
La carta tiene una gran variedad de sabores y antes de tomar nota te hacen recomendaciones y explican los platos. Ponen cariño en el trabajo.
El Lambrusco que pedimos estaba de categoría, nada que ver con los que había probado hasta el momento.
Éramos cuatro, por lo que pedimos una Burrattina y una tabla de quesos y embutidos italianos de primera calidad además de un plato cada uno.
Pienso volver a probar la gran variedad de postres que ofrecen con una presentación exquisita y cuidada al milímetro.
Me ha sorprendido la calidad del producto que usan, producto 100% italiano autentico. Los platos son una maravilla, algunos mas clásicos otros un poco mas elaborados pero todos muy muy muy ricos. Y si te gustan los dulces pues en Ardente son una pasada.
Fui para cenar, salí del restaurante deleitado, volví el dia después para comer. En resumen: Simplemente espectacular! Enhorabuena a los chefs Giuseppe, Federico y Simone!
Fuimos por primera vez 4 personas y nos encantó, la comida muy muy buena, la mejor comida italiana auténtica que he probado, de precio está genial, lo veo hasta barato para la calidad que ofrecen. Los camareros muy amables y atentos, un servicio muy bueno. Si tuviese que poner alguna pega es que las pizzas tardaron mucho en venir, supongo que hubo alguna equivocación, pero estaban tan buenas de sabor las pizzas que no nos importó la espera, volveremos de nuevo! Recomiendo mucho de entrante la focaccia ardente y de postre la tarta de queso de cabra y pistacho, es una locura!!
Nos recomendó mucha gente este sitio y la verdad es que no decepciona. Estaba todo buenísimo.
Los fagottini de pera estaban de locos, de los mejores que he probado, su salsa es increíble.
La pizza, riquísima, tanto el tomate como el queso estaban de 10.
Para finalizar, pedimos el postre llamado Zuppa inglesa. Su presentación tan espectacular, su sabor y sus diferentes texturas, muy top(como única pega, demasiado sabor a alcohol, aunque esto será cuestión de gustos).
Sin lugar a dudas, volveremos!
Súper acogedor y una carta pequeñita pero muy muy bien hecha. Sabor italiano 100%.
Por poner una pega la pasta estaba templada, quizá por la burrata que llevaba encima.
Postres para no perdérselos
Nos ha gustado mucho. El sitio está un poco escondido, al lado pero merece la pena descubrirlo. Comida verdaderamente italiana a buen precio con atención muy personal y muy amable. Nuestro nuevo sitio de referencia. La estrella ⭐ de La Linea.
David Casermeiro Ferrer
+5
Trato de 10 por parte de Federico desde nuestra llegada, explicando con detalle la carta y dándonos sus recomendaciones. Todo lo que hemos pedido delicioso, con una presentación espectacular. Los postres para quitarse el sombrero. Repetiremos seguro😊😊
Nada mas llegar, el camarero nos ha atendido con una amabilidad excelente, durante la comida ha estado atento en todo momento y su forma de explicar los platos por si sola te abre el apetito. La calidad de la comida es excepcional, todo casero y a unos precios normales. Recomiendo esta experiencia enormemente.
La comida buenísima igual que la atencion de los camareros. Además, nos sacaron un bebedero para el perro sin ni siquiera pedirlo. Fuimos a cenar y tomamos una pizza cuatro quesos y ensalada de burratina con tomates cherry y alcaparras. La verdad que es difícil elegir el favorito porque todo estaba exquisito. Y todo a precio muy razonable. El interior tiene buen ambiente y tienen terraza en la calle por si vienes con el perro. Espero volver pronto.
![5]( "Recensione")
Sitio bastante original con una carta muy variada. Es la primera vez que voy, y lo recomiendo bastante.
La pizza diavola para mi gusto, entra de cabeza en mi top 2 sin dudas de la zona.
En cuanto a la pasta carbonara, también muy muy recomendable pero llena bastante.
Por último la puccia del día estaba muy buena. Una mortadela con bastante sabor, y un plato diferente a lo que he probado.
Solo destacaría dos puntos negativos, pero es totalmente comprensible y más si están empezando. Por una parte tardaron bastante en servirnos, cosa que es normal debido a las circunstancias, y por otro lado, hay muchísimo eco en el local y se hace bastante complicado hablar cuándo el local hay más de dos mesas. Nada grave que no se pueda solucionar.
Los camareros fueron muy amables junto a un trato genial. Te informan bastante tanto, de los platos que tienen en la carta, como de los platos fuera de carta.
Estas tres cosas, más una copa de vino, cerveza y una botella de agua, fueron 36,80€ entre dos personas. Un precio bastante bueno para lo que pedimos y todo casero. Espero que sigan así!
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